1. Aurora – Capítulo IV


    Fecha: 13/11/2019, Categorías: Incesto Autor: privado, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tiempo todavía.
    
    A la mañana siguiente cuando desperté, los hombres estaban conversando, no se habían levantado aún. En algún momento yo debo haberles soltado el pico porque ahora estaban los dos hablando en voz baja. Antes de abrir los ojos los escuché decir:
    
    —¿Crees que nos aguante un doblete?
    
    —Frontal no, todavía no le da para eso.
    
    —¿Y trasera?
    
    —No estoy seguro, no quisiera intentarlo aún.
    
    —Y si lo intentamos con una doble por delante y por detrás.
    
    —Mmm, creo que eso sí podría ser posible. Al menos intentemos y si no puede, será para otra vez.
    
    —¿Va a haber otra vez?
    
    —Ja, ja, compadre, Ud. tranquilo no más.
    
    —Gracias, compadre, le estaré agradecido toda la vida. Esta invitación es como sacarse la lotería. Nunca lo olvidaré.
    
    Yo no entendí nada de lo que decían, pero en eso abrí los ojos y los dos me agarraron a besos, uno por el chorito y el otro por el culito.
    
    Una vez que me comieron bien, los dos me lubricaron por ambos lados y Rigo me dijo:
    
    —Princesita, si le duele mucho me avisa, ¿sí?
    
    Yo no dije nada porque sabía que mi hermano nunca me haría daño.
    
    El primero fue Rigo. Se acostó de espaldas y me pidió que me clavara el pico en el hoyito. Yo lo hice sin mucha dificultad y luego él me tomó de los hombros y me recostó de espaldas en su pecho.
    
    —Ya, compadre. Con mucho cuidado, si le duele para. —advirtió Rigo.
    
    —No se preocupe compadre. No le haré daño. Aurorita, le voy a poner el pico por el chorito; si le duele mucho me avisa y paramos. Nadie aquí le va a hacer daño.
    
    Y entonces, con sumo cuidado, Manu trató de embocar, pero a mí me dolía. Rigo me tenía ya super entrenada en recibir el pico, pero había una imposibilidad física de recibir ambas al mismo tiempo. Todavía no podía. Manu desistió cuando vio que me estaba causando mucho dolor por lo que bajó a mi rajita y me chupó el clítoris mientras mi hermano me culeaba bien suavecito.
    
    Luego Rigo me dio vueltas poniéndome en cuatro y me la sacó para que Manu ocupara su lugar. Volví a sentirme llena de verga y esta vez en una cacha más rápida y urgente. Rigo se metió por debajo de Manu para chuparme el choro mientras yo era enculada salvajemente. Después se salió y sentí sus chorros de leche en mi espalda y a Manu eyacular en mi cueva caliente. Quedamos exhaustos.
    
    Después de esa cacha, los muchachos fueron al baño a lavarse las pichulas y volvieron a acostarse a mi lado para hacerme cariño. Era genial tenerlos así, los dos a cada lado, cada uno apoyado en un codo mirándome y acariciándome. ¡Qué ganas de que me besaran los dos al mismo tiempo! En eso estábamos cuando a mí se me ocurrió ir a hacer pipí.
    
    Manu se paró como resorte y me dijo:
    
    —Vamos —yo no sabía para qué tenía que acompañarme si yo sabía ir sola al baño que estaba en la misma pieza, pero luego lo descubriría.
    
    Al entrar al baño, Manu se metió a la ducha y se acostó en el piso y me sentó en su pecho y luego me dijo:
    
    —Ya, mi vida, haga pipí. Cuando le estaba orinando el ...