1. Consuelo familiar


    Fecha: 07/11/2019, Categorías: Incesto Autor: RikiRicardo, Fuente: TodoRelatos

    ... puede arreglar. ¡Para empezar, hay que quitarte la ropa!
    
    Mi hermana se acercó para desvestirme. Conociéndole, no tenía sentido oponer resistencia. Me puse de pie para que le resultara más fácil quitarme el pantalón corto junto con la ropa interior, mientras yo me quitaba la camiseta para quedar desnudo por completo.
    
    -¡Mi amor! Tenías esto tan lindo y grande bien escondido, ¿eh, pillín? Veamos qué tan bien funciona esta cosota -dijo, escupiendo en la palma de su mano-. Siéntate en la cama.
    
    Se arrodilló y tomó mi miembro con su mano cubierta de saliva en el instante en que me senté. Comenzó una lenta pero firme paja suave. Y cuando necesitaba más “lubricante”, escupía más saliva sobre mi verga. No apartaba sus ojos de los míos.
    
    -¡Aquí vamos! -dijo, subiéndose encima de mí.
    
    Me rodeó el cuello con sus brazos y yo apreté su cuerpo contra el mío. Pude oler su delicado perfume a jazmín. Con una mano sostuvo mi verga en posición vertical mientras descendía su cuerpo. Después de lo que me pareció una eternidad, la punta de mi verga por fin tocó la entrada de su ano. Ella continuó descendiendo.
    
    -¡Hijo de puta, de verdad me estás estirando el culo! –gimió-. Ufff... No pasa nada, puedo manejarlo.
    
    -¿Eres virgen del culo? –le pregunté al sentir su estrechez.
    
    Una vez que su ano se aflojó, se deslizó aún más hacia abajo, insertando unos centímetros más de mi herramienta en su culo.
    
    -Sí –respondió finalmente-. A menos que cuentes el consolador de mamá.
    
    -¿Perdón?
    
    Nuria sonrió mientras movía sus caderas.
    
    -Escuchaste bien... Ufff... ¡AY, HIJO DE PUTAAAAH...! ¡Hijo de puta…! Mamá me dijo que ya sabes sobre nuestras aventuras... Ufff... Pero, bueno, además de lamerme el coño como los dioses, ella también ha estado usando sus juguetitos conmigo... Dios,¡qué bien se siente esto…!
    
    Puso los ojos en blanco. Su culo se sentía increíblemente apretado y cálido alrededor de mi palpitante verga. Escucharla admitir que había estado haciendo guarradas con mamá me excitó más de lo que ya estaba.
    
    -Oh, Dios mío... ¡Oh, Dios míoooooh…! ¡Lléname! –gimió-. ¡¡Lléname el culo!!
    
    Nos miramos a los ojos mientras continuamos follando durante varios minutos. El tabú de tener sexo apasionado con mi hermana mayor fue una experiencia surrealista. Pronto, quedé al borde de tener un orgasmo nuclear.
    
    -¡¡Oh, mierda...!! ¡¡Estoy por correrme en tu culo, Nuriaaaaaah...!! –gemí sin vergüenza.
    
    -¡¡Espera...!! ¡No, todavía no! –siseó ella. ¡No te atrevas!
    
    Nuria llevó sus dedos a su clítoris y lo frotó como si su vida dependiera de ello. Sus ojos se pusieron en blanco nuevamente y descubrí por qué no quería que me corriera dentro de ella todavía: un poderoso chorro de fluidos salió disparado de su vagina y me empapó todo el pecho. Todos los músculos de su cuerpo se tensaron y tuvo un poderoso orgasmo. No paraba de susurrarme “te amo, hermanito” al oído.
    
    Ya no pude contenerme. Disparé una enorme carga de mi semen dentro del culo de mi ...
«12...678...13»