1. Consuelo familiar


    Fecha: 07/11/2019, Categorías: Incesto Autor: RikiRicardo, Fuente: TodoRelatos

    ... conmigo.
    
    Nuria levantó la cabeza y respondió:
    
    -Lo hiciste con el abuelo, luego conmigo, y ayer hice cositas con mi hermano. Hay que afrontarlo, mamá, el incesto corre en nuestras venas. Aceptémoslo y disfrutemos.
    
    -Señoritas, odio arruinar la diversión, pero no voy a durar mucho más. Al ritmo que ustedes dos van, podría explotar en cualquier momento.
    
    Mamá sonrió con mi polla todavía en su mano.
    
    -Bueno, ya enculaste a tu hermana y recibiste mamadas de las dos. Todo lo que queda para completar el ciclo es mi coñito, supongo –dijo.
    
    Mamá se recostó en el suelo alfombrado y separó las piernas como si fuera lo más natural del mundo. Una madre abriéndose de piernas ante su hijo. Me ofrecía un gesto tan apacible, tan lleno de amor. Nunca la había visto más hermosa que en ese momento, en posición de hembra en celo mientras me miraba. Sin darme cuenta, me arrodillé ante la entrada de su cueva.
    
    -¡Ayudaré a hacer los honores! –exclamó Nuria con alegría.
    
    Mi hermana tomó mi verga ensalivada, condujo la punta hacia la velluda vagina de mamá y me ayudó a insertarla.
    
    -Ooooooooh... Oh, Dios… Hijo mío, mi vidaaaaah… –gimió mamá-. Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que… Ooooooh… Que estuve con un hombre. Te sientes mucho mejor que cualquier juguete.
    
    Empujé mi herramienta aún más. El coño de mamá se sentía muy húmedo y cálido y un poco apretado.
    
    -Me alegra que pienses eso –respondí-, porque haremos esto a menudo, ¿no?
    
    Enterré mi miembro por completo y sentí el suave cuerpo de mi madre debajo de mí. Me envolvió con sus piernas, y fue agradable sentir sus senos pegados a mi pecho. Nos besamos en la boca por primera vez y empezamos a hacer el amor. Nuestros latidos cardíacos se dispararon mientras yo continuaba metiéndole y sacándole la verga. Respiró con más fuerza y gimió mientras continuamos besándonos y follando durante los siguientes quince minutos.
    
    Pensé que había vuelto a casa, al hogar que ocupé desde mi concepción y que había tenido que abandonar hacía catorce años. Pero ahora por fin estaba de vuelta.
    
    -¡¡¡Estoy a punto de correrme!!! –anuncié, rompiendo el intenso beso francés que le estaba dando a mamá.
    
    -¡Levántate! ¡Date prisa! -dijo mamá con urgencia-. ¡Quiero que nuestro primer orgasmo familiar sea especial!
    
    Justo cuando me puse de pie, mi madre se arrodilló y Nuria rápidamente siguió su ejemplo e hizo lo mismo. Estaban arrodilladas una junto a la otra. Nuria comenzó a acariciarme los testículos. Mamá se puso a trabajar, masturbándome con furia de hembra en celo. Le llevó unos segundos desatar uno de los mejores orgasmos que he tenido en mi vida. Era como si todo lo que había visto, oído y hecho estos últimos días hubiera culminado en una explosión nuclear de mi cuerpo. Una explosión que roció los hermosos rostros (con sus bocas bien abiertas y las lenguas afuera, desde luego) de las hembras que más he amado toda la vida. Chorro tras chorro, mi leche los bañó. Mi madre continuó acariciándome hasta ...