1. HICE MUJER A MI HIJA Cuarta parte


    Fecha: 29/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Corsario, Fuente: SexoSinTabues30

    ... en su interior. George la sacó un poco, entre gritos de Irene, para luego, violentamente incrustarla hasta el fondo y soltar chorros y chorros de leche espesa que Irene notaba en sus intestinos, caliente y viscosa.
    
    – No la saques, por Dios, no la saques…. Qué placer, por favor, que gusto. Has soltado mil litros de lefa en mi culo, jooooo, no puedo más. Pero no la saques todavía, no la saques.
    
    Irene disfrutaba relajándose, tras el orgasmo, con la imponente polla de George todavia en su interior, que lentamente iba tomando su postura de reposo. Cuando ya estuvo fláccida, la retiró lentamente, chorreante de esperma. Elizabeth tardó poco en abalanzarse y limpiársela con la lengua con todo esmero, para luego sujetar las caderas y las nalgas de su hija y beberse toda la leche que le chorreaba. Luego se puso bajo ella, que en cuclillas, acabó de regarle la leche que le caía a goterones del culo.
    
    Los demás participantes se reían, bromeando, viendo la cara embadurnada de Elizabeth, la postura de agotamiento de George e Irene y la polla totalmente dura de Ricardo, lamida por Anna, que veìa su próximo turno.
    
    George acariciaba suavemente a Irene, al igual que Elizabeth…
    
    – Estás mejor, cielo?, -le decía suavamente su madre, acariciándola
    
    – Estoy agotada, pero feliz a tope. ¿Has disfrutado, George? ¿lo has pasado bien? -preguntaba ansiosa Irene.
    
    – Hija por las cantidades de leche que te ha dejado dentro, mal no parece haberlo pasado, eh, George?
    
    – Què culo tiene. La verdad es que al principio pensaba desistir y dejarlo para otro día, pero se ha portado como una campeona. La ha tragado hasta el final, y parece que incluso querìa más. ¿Qué, defraudada por la polla negra? -se rió George.
    
    – Ni hablar. Creo que a partir de ahora pillaré para mi culo todas las que se me aproximen.
    
    – Pues te vas a convertir en un verdadero zorrón, hija -se reía Elizabeth.
    
    – Es que no sabes el placer que da, mamá
    
    – ¿que no lo sé? Será porque no me la has metido nunca, verdad, George? Y no acaba el día hasta que yo también disfrute como una perra, que el orgasmo que me ha dado la golfilla de tu hija no me ha dejado del todo satisfecha, George.
    
    – Por supuesto que sí, Eliza, pero antes veamos como disfruta Anna, que debe de estar hirviendo.
    
    Anna se colocó asímismo a gatas, ofreciendo su culo a Ricardo, que le sacó el plug lentamente, girándolo como si fuera un corcho en una botella. Lo hacía disfrutando al oir los gruñiditos que hacía la joven. Lo sacó con un nuevo gruñido de Anna, mientras Elizabeth le masajeaba el clítoris excitándola y su padre le untaba una generosa raciòn de lubricante, hasta que le hizo una seña a Ricardo.
    
    -Está lista. Y no te andes con remilgos, que ella está más acostumbrada. Gritará
    
    igual ,pero tú sigue hasta el final. Cuenta tu placer, no el suyo, ella ya se correrá.
    
    Ricardo apoyó la cabeza de su polla sobre el brillante ano de Anna y apretó con firmeza, arrancando también un grito de su garganta y unas ...