1. La maestra rural (La violación)


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: No Consentido Autor: Cintia, Fuente: TodoRelatos

    ... no dejaban de someter a una serie de cosas.
    
    Debo confesar, que a pesar de no estar en esa escabrosa situación, algo por dentro no dejaba de alterarme, que si bien intentaba disimular, leves gemidos delataban mi estado.
    
    “Bueno, parece que nuestra querida maestra, se está comenzando a calentar” Dirigiéndose a sus secuaces, acariciando parte de mis glúteos.,
    
    “Además mire como están mis compañeros, al palo por Ud. No dudo que podría llegar a aplacarlos y a mí también, por supuesto”
    
    Rápidamente, entre frases y acercamientos fueron sobando mis pechos, y algunos mi culo, era una especie de rito, se iban turnando, disfrutando de mi cuerpo, y a su vez alterándolo.
    
    -“Vaya tetas que tiene, Maestra, casi no me deben caber en mi mano, duras y, redondas, como a mí me gustan y esos pezones que se detectan a través de su corpiño”
    
    Sabia el paso a seguir y lo que se avecinaba, en el momento que uno de ellos a trata de levantar mi sostén, que intento detener, cuando me dice:
    
    “Tranquila, evitemos que se rasque” Mientras termina quitándolos, diciendo:
    
    “Que hermosas tetas, tiene maestra”Intentando taparlas, separando mis manos de ellas, para continuar disfrutando de mi cuerpo, comenzando a llorisquear, ante ese período tan, aberrante.
    
    En el momento quedé solo con mi tanga, me cubrí los pechos con mi mano, mientras acariciaban mi cuerpo, rosando mi sexo, acariciando mi entrepierna, sin dejar de alabar mi tenso cuerpo, diciendo uno de ellos:
    
    - “Mmmmm, que muslos tienes, suaves, como terciopelo, verás que bien lo vamos a pasar.”Por suerte en ese preciso instante, se abrió la puerta, surgiendo la madre de uno de ellos, que con sus gritos y hasta insultos hacia mí, como que era una puta y los estaba pervirtiendo.
    
    Ante ese caos, me vestí rápidamente y me fui corriendo a mi casa, por suerte esa mujer no me conocía y ante la oscuridad de la habitación, no me debe haber registrado. Al despertar a la siguiente mañana, había vuelto a tener otro sueño erótico, despertándome toda transpirada y hasta mojada. Me duche, desayune, y me prepare para ir a la tarde a la escuela, donde una tensión me producía, tener que lidiar con Bruno y sus compinches.
    
    Por supuesto que los acosos de estos chicos continuo, en más o menos la misma escala, los que, aunque parezca mentira llegaban a veces a alterarme.
    
    Una tarde, estaban insoportables, opte por dejarlos después de hora, sabía que en parte me perjudicaba, y que continuarían provocándome, pero no me importo, como había veces que se iban a pesar de estar castigados esta vez, cerré con llave y me la puse entre la ropa, admito que fue un desafío y estaba jugando con fuego, ateniéndome a las consecuencias, pero debía dar un corte definitivo a esta situación.
    
    Después de un buen rato, comenzaron sus insinuaciones, hasta hacerme recordar lo de aquella noche de lluvia, mientras se iban acercando, tomando el puntero para defenderme ante un posible acorralamiento, que no tardo en producirse, pegándole a uno y ...
«12...456...9»