1. La maestra rural (La violación)


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: No Consentido Autor: Cintia, Fuente: TodoRelatos

    ... sometiendo, más me entregaba.
    
    Cada vez que me penetraba, me hacía exclamar, sintiendo su pene, desplazarse a través de mi sensible membrana, sintiendo como el ganador tomaba posesión, una sensación especial, nunca había sentido algo similar.
    
    Su pulposa verga estaba cobijada en mi interior, como si se había hecho dueño de esa parte de mi cuerpo, permaneciendo quieto, acariciando mi cuerpo, como donde su triunfo era haberme sometido. Sentí esa sensación, y creo que hasta me excitaba reconocer ese momento, era algo insólito, cuando descargo su esperma en mi interior, cayendo su cuerpo sobre mi espalda, apenas me gire lo abrace, necesitaba estar contenida, me sujetó con sus brazos y me eche a llorar, por la tensión, el orgasmo no sé, estaba deshecha, me mantuve unos minutos, así, recuperando mi energía., mientras sentía correr su esperma por la pierna.
    
    Comencé a vestirme, eran más de las 7:30 PM, intento nuevamente tener sexo, le dije:
    
    “Creo que ha sido más que suficiente”
    
    “Si maestra, tiene razón” Me dice, dándome la sensación de que era más respetuoso y correcto .Como estaba bastante oscuro, Enzo me acompañó, aunque no hablamos casi nada, solo le pregunte que les había dicho a sus amigos antes de cogerme, contesto:
    
    “A ese culito, lo desvirgo yo” solo me sonreí, al llegar a casa me despedí hasta el lunes. Me prepare la bañera introduciéndome en ella, con esa agua caliente, que sirvió para relajarme, sentía dolores por varios lugares, fundamentalmente por mi culo.
    
    Cuando me observé en el espejo, pude apreciar una serie de moretones, en cuello, tetas, las marcas de esa tarde de locura, mi cabeza no podía quitar esos momentos, era una locura lo que había sucedido, estaba dispuesta a regresar a mi casa.
    
    Comí algo, me acosté, despertándome cerca del mediodía, el resto del sábado y el domingo, me quedé en casa, pensando en regresar a los de mis padres, decidida a hacer las valijas.
    
    El lunes cuando me desperté, algo me hizo cambiar de idea, me arreglé, me puse unas polleras cortas, con unas medias negras, una blusa, y me dirigí a la escuela.
    
    Enzo y sus amigos parecían más tranquilos, pero a pesar de eso los castigue, haciéndolos quedar después de hora. Apenas se fueron el resto de los chicos, cerré la puerta con llave, colocándomela entre mi ropa interior, mientras me quitaba el guardapolvo, para colgarlo en la percha. 
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