1. Mi esposa y la Pandemia. Capítulo 3


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos

    ... con monosílabos, siempre y cuando ella me decía algo referente a los niños, de otra forma no contestaba. Por su parte Maite captó mi estado de profunda molestia y me dejó espacio para que yo disipara mi enojo, pues estaba como un volcán a punto de estallar. Ya por la noche y después de dejar durmiendo a los niños, ella se encerró en el baño, por lo que pensé que quería evitar confrontarme, ante lo cual, yo me metí a la cama con la intención de ignorarla y dormir.
    
    Estaba con los ojos cerrados y la luz apagada, volteado contra el muro y ventana de mi cuarto, tratando de conciliar el sueño, mientras mi mente no dejaba de torturarme para buscar una respuesta a lo recientemente visto y para encontrar una salida a el hecho que mi esposa es lesbiana y le gustan las chicas… ¿Eso es malo para mí?, ¿el hecho que tenga sexo con chicas es correcto?, ¿fue razonable aceptar que me involucrara en tener sexo con sus amigas?… Por su condición de lesbiana ¿debo aceptar que folle a otras chicas?...
    
    Mi cabeza no paraba de pensar en ello, hasta que de pronto se encendió mi luz del velador… quise reclamar la inoportuna e impertinente acción de Maite, pero al abrir mis ojos, la vi… La verdad es que mi mal humor quedó instantáneamente en el olvido, vi a una sonriente Maite, vestida con unas picardías dignas de una película porno.
    
    Como saben, mi Maite es una chica que si bien hasta hace poco era recatada y tímida, no puede ocultar su voluptuosidad y si bien ahora, su conducta sin dudas había cambiado, su cuerpo, el que había madurado tardíamente, era de infarto.
    
    Quedé impactado… Por unos segundos pensé y aquilaté, que desde que fue madre, se había convertido en una mujer exuberante y ahora derrochaba mucha sensualidad. Sin lugar a dudas, mi Maite es una chica voluptuosa que no se inhibe de demostrarlo tanto a sus amigas como a mí, estaba en su naturaleza y no se puede ir contra natura.
    
    La visión de Maite que se inclinaba sobre mí acercándose como una felina dispuesta a depredar a su indefensa víctima, me calentó la sangre y nubló mi mente… de pronto mi furia se disipó o simplemente se fue a mi libido y sin más, tenía mi verga dura como el acero. La tomé de sus tetas, las que se traslucen a través de su sujetador y la besé con pasión, misma pasión que ella empleó en mí.
    
    Desde ese momento más que hacer el amor, era una lucha de un titán contra una diosa. La verdad es que no puedo resistir los encantos de Maite, por lo que rápidamente me rendí a ella y soy montado a su regalado gusto, era como si yo, simplemente fuera un consolador de carne. Se montó a horcajadas y se empaló mi verga, subiendo y bajando a un ritmo inicialmente lento pero profundo, dejando escapar suspiros tras suspiros, yo solo atinaba a tomarla del culo y amasarlo con ndura pasión, mientras mi vista se prendía de sus tetas que estaban duras y con sus pezones empitonados… entonces ella comenzó a decirme:
    
    ¿Te gusta como tu mujercita te hace gozar?
    
    Yo: Síii, eres la mejor…
    
    Maite: Tu ...
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