1. Mi esposa y la Pandemia. Capítulo 3


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos

    ... una tragedia.
    
    Susy: Sí, sería terrible, no debemos decir nada de nada, ni a nadie, ¿entendido?… ni siquiera a las otras
    
    Yo: ¿A quién le diríamos y que nos creyera?
    
    Susy: A Jolene o Rebeca por ejemplo
    
    Yo: Sí comprendo
    
    Lula: No le diré a nadie, pero me siento mal, pienso que soy una vulgar puta
    
    Susy: Por lo mismo, ya que eres tan puta como yo, no hay que decirlo a nadie.
    
    Paty: ¡Ay Lula no vengas con eso ahora!, tú te prestaste para esto, ahora no puedes arrepentirte de pasarlo bien.
    
    Yo: Todas son putas, eso incluye a Maite y las otras, pero si lo dicen, sería una tragedia, además que vivimos en el mismo edificio, no podríamos evitar encontrarnos a menudo.
    
    Lula: Si somos bastante putas, pero Claudio y Paty tienen razón… no podemos decirle a nadir. Chicas creo que es hora de irnos a casa…
    
    Susy: ¡Sí!, no es tiempo de recriminarnos y si te sientes mal por tu maridito, atiéndelo como a un sultán y hazlo gozar, jejeje
    
    Lula: Está bien, no diré nada Susy, tengo claro que todas somos bastante putas, pero Claudito, ten por seguro que Maite no es puta… ¡Es la cabrona de todas las putas!
    
    Yo: Lo sé
    
    Susy: Lula, tienes razón, ella nos metió en esto, pero no somos inocentes
    
    Yo: Chicas, ella no se las metió, yo se la metí a todas, jajaja
    
    Paty: Ay tonto, jajaja, pero la que nos lió en esto, fue tu queridita y puta esposa, cariño
    
    Susy: Sí un pésimo chiste
    
    Yo: Sí un mal chiste, pero igual gozamos encendiendo el fuego de la acampada
    
    Después de retomar la “seriedad”, nos vestimos, ellas se marcharon y yo fui a ver a Maite pensando encontrarla en nuestro dormitorio, donde yo la suponía espiándonos, pero no estaba en casa. Traté de pensar donde estaría, pero eran múltiples las posibilidades, por lo que con mi computador me metí al sistema de vigilancia a buscarla, pero nadie había iniciado sesión en él, desde el día anterior… ¿Dónde estará la “cabrona” de Maite?
    
    Pasaron las horas y casi a la hora de ir por los niños, recién ella apareció en casa de sus padres. Lo supe pues llegó casi junto conmigo, me sonrió despreocupadamente y me preguntó ¿que si me había gustado ir de excursión con las niñas exploradoras? Solo la miré con mala cara como única respuesta.
    
    Esa noche después de cenar y acostar a los niños, quise encararla, pero ella con su magia natural supo evitar la confrontación hasta que nos acostamos. En ese momento y pese al cansancio, le di duro… sin miramientos, la muy cabrona debía de pagar por hacerme caer en sus juegos… ¿a dónde conducía todo esto? 
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