La Quesona y el Viejo Albañil. - Relatos Eróticos

La Quesona y el Viejo Albañil.

... para que el me hiciera su mujercita, a todo eso tarde un poco pero logre persuadirlo, luego cerro bien los ojos con las manos pero para asegurarme se los vende mejor con un trapo de la cocina para que no hiciera trampa e impedí que se las quitara enseguida.

Me pare nuevamente en frente de don Elpidio y procedí a quitarme la bata en seguida, dejándome ver con mi improvisado pero sexy atuendo, luego le permití que se quitarse aquel trapo de los ojos, en eso don Elpidio al verme soltó una carcajada, y comenzó a aplaudir y a chiflarme estrepitosamente.

Me asuste un poco con los nervios y pensé ligeramente en que lo que hice ahora si había sido una mala idea, pero en eso comenzó a decirme lo rica que me veía y me pidió que le diera mi culo, pues ese quería que fuera su regalo, al escuchar tales palabras yo me calenté nuevamente comencé a jugar un poquito con el coqueteándole mientras le decía:- “No comas ansias Elpidio, primero te voy a dar el entremés de tu sorpresa”.

Luego de eso me dirigí al estéreo y puse el merengue que tenía preparado para bailar, pues él siempre la escuchaba mientras trabajaba en la remodelación del cuarto.[*si quieren que les diga cual canción le baile a don Elpidio díganlo en los comentarios]

En seguida que la escuchó se emocionó y no dejaba de mirarme como era de esperase, a lo que chiflaba y me decía: puta, perra, báilame aquí putona etc.

Lo calle y haciendo alusión al apodo que me había puesto le dije: - te voy a bailar el baile de la quesona*en referencia a “ya saben que”, pues un pajarito me dijo que me pusiste de apodo la quesona, ¿porque me dices así?

Elpidio me respondió: -Por el Queso y el culo que traes meneando siempre Male.

Comencé a bailar aquella coreografía semi improvisada, que estuve practicando poco tiempo, pero eso no importaba lo que importaba es que me movía de aquí para allá, moviendo al son del merengue mi culo y mis caderas a todo lo que da, mientras Elpidio claramente se deleitaba, sin embargo, yo aún quería dejar los mejores pasos para lo mejor del espectáculo.

Pues en el clímax de la canción mientras bailaba, hice un movimiento particular como parte de la coreografía en el que me quité de un jalón frente a don Elpidio el pareo que llevaba puesto, y como recordaran yo no llevaba nada debajo, por lo que Elpidio se quedó sorprendido y se notaba la lujuria pura en sus ojos, ya que imagínense, yo bailando sin nada más que mi ombliguera con arandelas de mangas y mis tacones blancos, con la cola y el QUESO [vagina] al aire bailando merengue, y con el culo y las piernas que traía en aquel momento, créanme don Elpidio no podía poner su atención en otra cosa.

Así que yo andaba meneando de manera sexy una y otra vez mi culo y queso, semidesnuda sin nada por debajo, al estilo “bottomless”, frente a aquel viejo moreno, yo me movía al son de la canción, ya que durante los días anteriores, cuando diseñaba la planeación de mi acto, también me había dado a la tarea de estudiar la ...