La Quesona y el Viejo Albañil. - Relatos Eróticos

La Quesona y el Viejo Albañil.

... desde hace un tiempo, por lo que cuando yo me enteré de ello le sugerí a mi papá regalarle a Elpidio un celular que tenía guardado, el cual en realidad yo casi no utilizaba, y aún estaba en buenas condiciones en cuanto a su funcionamiento, ya que yo tenía un Iphone más actual, por ello un día mientras él trabajaba en el patio decidí entregárselo, eran más de las 5:00 PM, por lo que me extraño que siguiera trabajando, él se vio sorprendido, y hasta me dijo que cuanto era, ya que me lo quería pagar, pero yo le dije que no era nada, dado que aquel celular ya no me era necesario, por lo que no hacía falta.

En ese momento comenzó a mirarme de pies a cabeza, en especial mis piernas, fue entonces que me di cuenta de su aliento alcohólico, pues era evidente que estaba bebiendo, en especial porque a veces arrastraba algunas palabras como pasa comúnmente con los borrachos, sin embargo no vi ninguna lata o botella, aun así me asuste un poco por lo que decidí irme, sin embargo antes de hacerlo comenzó a hacerme platica, él me preguntaba cosas acerca de si estaba estudiando, y me platicaba también de lo difícil que a él le parecía el estudio, pues me comentaba que el mejor prefirió ponerse a trabajar desde muy joven.

Al mismo tiempo que me decía aquello siempre tenía esa manía de bajar su mirada justo en donde estaba mis piernas, la verdad me sentía incomoda y estaba pensando en algo para decirle con el objetivo de cortar la conversación y por fin irme.

Pero a medida que platicaba extrañamente me comenzaba a resultar un tanto simpático, dado que me decía de algunas anécdotas que había vivido con mi padre hace años antes de que yo naciera, por lo que me entere de ciertas cosas que estoy segura de que mi padre no nunca hubiera querido que me enterara, además pude darme cuenta de que Elpidio tenía una personalidad como de macho a la antigua, pavoneándose y mostrándose como dominante pero al mismo tiempo simpático y ocurrente, ya que me hacía reír muy fácilmente, incluso hasta se atrevió a pedirme mi número telefónico con la excusa de por sí le surgía alguna duda acerca del teléfono, pero mejor anote el suyo en mi celular para no decirle que no, estábamos en eso cuando escuche mi celular sonando, al contestar note de inmediato que se trataba de mi padre preguntándome si necesitaba algo del supermercado, pues había salido precipitadamente junto con mi madre y se le olvido preguntarme.

Entonces le pregunte a mi padre que si mi madre también había ido con él, a lo que me respondió que sí, por lo tanto eso quería decir que yo estaba sola con don Elpidio, en ese momento comencé a platicar un poco con mi papá y cuando colgó evite decirle adiós, para fingir que seguía hablando con él, y así invente una conversación en donde enfatizaba el hecho de que mis padres estaban muy cerca y a punto de llegar para que lo escuchara don Elpidio y se marchara de una vez, con la misma don Elpidio se despidió y por fin se fue de la casa.

Decidí en esa ocasión no contarle ...