1. Hija, enséñale a tu hermano


    Fecha: 09/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... levanté un poco de su cuerpo para despojarlo de su camiseta, dejando al descubierto un cuerpo hermoso que me di el lujo de tocar a placer antes de que mi boca descendiera hasta él, deleitándose con la dureza de sus pectorales y el calor de su piel mientras lo besaba y lo mordía un poco, a la vez que mis manos deslizaban su ropa interior para liberar su sexo, el mismo que sentí presionando el espacio entre mis senos, con la dureza esperada de un hombre como aquel que me estaba comiendo, una sensación que me hizo deslizar mi cuerpo hacia abajo hasta encontrarme con sus hermoso miembro, contemplando con lujuria su brillo y el poder que transmitía la forma como sus venas se marcaban a lo largo y ancho de su piel.
    
    Sentirlo en mi boca fue algo hermoso, atestiguar su sabor y sentir su olor me llevó a un punto diferente de excitación, a un lugar que nunca había conocido con otro chico, que me hizo meter su miembro tan al fondo de mi boca como fui capaz de hacerlo, hasta experimentar el choque de sus testículos en mi barbilla, hasta sentir esa sensación de asfixia cuando su miembro llegó a mi garganta.
    
    Las manos de mi hermano no se mantuvieron quietas mientras me comía su miembro con tanta destreza como podía imprimir en cada uno de mis movimientos, sentí la forma como una de sus manos presionaba mi nuca mientras la otra tocaba uno de mis senos, aún cubierto por mi camisón, haciendo con ello que mis pezones se erectaran y que un gemido se ahogara en la punta de su verga, a la cual me aferraba con mis labios y mi lengua sin querer separarme de ella, hasta que mi hermano tiró de mi camisón para sacarlo por mi cabeza haciendo que estirara las manos en dirección a él para dejarme desnuda, antes de que me tomara de las axilas y me obligara a montar su cuerpo, sintiendo cómo se enderezaba un poco para besarme mientras se sentaba sobre la cama, acomodando mi cuerpo para que mis piernas rodearan su cintura mientras tomaba su miembro y me penetrara sin previo aviso, obligándome a morder su hombro para ahogar mis gemidos, mientras ambos comenzábamos a movernos despacio, con un ritmo cadencioso y pausado, permitiendo que disfrutaríamos el cuerpo del otro, que sintiera el calor de su miembro dentro de mí, mientras su sexo retaba la capacidad de mi vientre.
    
    Un beso apasionado apagó mis gemidos apenas contenidos ante el miedo de despertar a mi madre mientras mi hermano me hacía el amor, de una forma intensa y cariñosa, tan sensual como jamás lo había hecho con ningún hombre.
    
    Sentir los labios de Mau besando mis senos fue el detalle que me llevó a acariciar mi primer orgasmo, mientras experimentaba la forma como mi hermano lamía mis pezones y los succionaba, a la vez que abrazaba su cabeza y me mordía el labio para evitar que mis gemidos se oyeran fuera de esa habitación.
    
    Cuando la tormenta de placer cesó, mi hermano me tomó con fuerza y me hizo acostarme en la cama, boca abajo, poniendo una almohada bajo mi vientre para luego sujetar mis manos en mi ...