A la vejez, Paco - Relatos Eróticos

A la vejez, Paco

... de María. La postura me causaba molestias y abandoné el lugar. Dejé que María descansara en la cama mientras Paco, sujetando sus piernas, se apretaba más y más contra ella a la vez que los gemidos ponían la banda sonora de la habitación.

Me acerqué a sus sexos. Metí mi lengua entre ellos. Allá, en el punto de unión entre el pene y el coño. Lamí el clítoris de mi mujer y de vez en cuando paseaba mi lengua por el pene de Paco.

-Ay, coño…me corro-gritó María.

-Joder, esto es bestial-Dijo Paco.

-Me corro, coño. No te pares por favor. Dios, dios mío…que bueno, aggggg…Uf, ay, ay…ohhh…

Paco soltó su semen dentro de María y María le obsequió con el agradecimiento de sus sonoros ayes de placer. Aquello le reconfortó y le animó. Yo, me había corrido sin haber follado con mi mujer. Lo había hecho en la boca de Paco, pero no me importaba.

Saciadas nuestras necesidades, aunque no las de Paco, decidimos irnos al salón a tomar unos canapés y unas copas. Allí, hermanados, desnudos, sin pudor por lo que había pasado, hablamos de ello. Todos estábamos satisfechos. Paco me volvió a preguntar que si tenía inclinaciones gay, a lo que le contesté que no, pero que eso no quitaba para que, una vez puestos y dispuestos en un trío, buscásemos el placer de todos.

-Ha sido vuestro primer trío?-Preguntó.

-Así es-Respondí-Aunque te aseguro que si María quiere, no ha de ser el último.

-María-Dijo ella-se lo ha pasado muy bien. Ha sido muy excitante. Me habéis complacido los dos. He sentido mucho placer con los dos. La verdad, Paco, nunca pensé que serías tú quien estuviese aquí esta noche, pero hoy me alegro que no sea otro. Tienes una polla bestial. Y una lengua muy sabia.

-Os agradezco que me hayáis dejado compartir esto con vosotros. Jamás pensé que podría ocurrir una cosa así, con lo seco que parecías, Juanjo-Dijo dirigiéndose a mi-, pero me alegra mucho poder haber estado con vosotros. Si alguna vez queréis repetir…

-¡Cómo!-Saltó María-No se que opinará Juanjo de lo que voy a decir, pero por mi parte, si tú quieres, Paco, repetiremos todas las semanas.

Paco se regocijó. María dictó sentencia de lo que deseaba y yo, como ella me hizo pensar, iba a llevar las riendas…¿de qué exactamente?. Sea como fuere, a día de hoy seguimos follando los tres. Seguimos en el gimnasio los tres. Alguna vez nos hemos duchado juntos en el vestuario masculino, generalmente cuando ha sido época de vacaciones y hay menos gente pululando por allí. Los viernes noche Paco acude a casa y se queda hasta el domingo si no tenemos compromisos sociales. Los vecinos piensan que es un hermano de María que viene los fines de semana a dormir a nuestra casa y que el resto de semana está trabajando fuera. Es una forma de acallar los posibles rumores que pudiesen surgir. Ya cenamos, no como la primera vez, y luego, tras alguna copa, nos vamos a follar. Unas veces en el salón otras en nuestra cama. Paco folla con María siempre. Yo, algunas veces me reprimo, aunque pocas a decir ...