Se descubre una nueva ilusión 11 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 11

... sentir placer saboreando sus orinas, así que cuando terminó, le limpio su vagina, dejándosela limpia. –¿Me dan su permiso para irme, mis Amas? –preguntó el esclavo. –Si, adelante, esclavo. –dijeron éstas. –Necesitaremos una copia de las llaves de tu casa, esclavo. –dijeron ellas. –Porque si vamos a la casa de nuestro esclavo no vamos a tocar al timbre. –dijeron ellas. –Aquí, tienen la llave mis Amas. –respondió el esclavo, sacándola de su llavero para dársela con su boca, dejándola en la palma de la mano de su Ama Mónica, para marcharse de rodillas, besando sus botas de todas sus Amas. Ellas dijeron que iban a hacer cuatro copias, incluyendo a Gloria, que se apuntaba al decírselo. Tobi, salió por la puerta del parking para llegar a su coche y subirse a él. Entonces, por delante de él, pasó Nayib, una chica árabe que era su vecina, y que le conocía.

–Hola, Roberto. –dijo Nayib. El esclavo, la miró haciéndola una reverencia para besar sus botas, diciéndola. –Me he convertido en un esclavo y perro, Ama Nayib. –Entiendo, esclavo. –dijo Nayib. –¿Hace cuanto que eres un esclavo? –preguntó Ama Nayib. –Hace sólo unas horas, mi Ama Nayib. –¡Muy bien, esclavo! –dijo Ama Nayib. –Te aceptó como mi siervo y esclavo personal, esclavo. –dijo Ama Nayib. –¿A dónde vas ahora, esclavo? –preguntó Ama Nayib. –Voy a la casa de mi Ama Ariadna, mi Ama Nayib. –respondió el esclavo. Ella, cogió la plaquita mirando el nombre de Tobi, y por detrás, el nombre de Ariadna. Se puso a escribir unas frases junto con varios nombres con su traducción. –Toma, esclavo. –dijo Ama Nayib. –Para todas las demás Amas que tengas serás Tobi, o lo que quieran, pero para mí, elegiré tu nombre, esclavo. –Te pondrás “esclavo de Ama Nayib”, esclavo. –ordenó su Ama Nayib. –La traducción las tienes escritas ahí, esclavo. –dijo Ama Nayib. –Quiero que te las escribas en tu cuerpo, esclavo. –ordenó Ama Nayib. –¡Lame mis botas, esclavo! –dijo Ama Nayib. El esclavo lamía sus botas para dejárselas totalmente limpias. –¡Abre la boca, perro! –ordenó su Ama Nayib, poniendo su coño en su boca, mientras la meaba una larga e intensa orina que empezó a saborearla, degustando su sabor. –¡Límpiame el coño, esclavo! El esclavo, lamió su coño, dejándoselo limpio para poco después cagarle en su boca, mientras él, masticaba saboreando el sabor de su mierda. –Te puedes ir, esclavo. –ordenó su Ama Nayib. –Si, veo en los próximos días los tatuajes junto con una plaquita con mi nombre en tu cuello, no te molestes en volverme hablar, esclavo. –dijo Ama Nayib. –Mi número es este, esclavo. –dijo Ama Nayib, dándole su teléfono, apuntado junto al papel con los textos que le había dicho que se tatuara, como su esclavo.

Roberto, se metió en el coche, siguiendo masticando restos de su mierda, limpiándose los dientes. Notó que tenía una erección grandísima, echando líquido preseminal, pero como no le habían ordenado masturbarse, ninguna de sus Amas, siguió con la polla tiesa. Roberto, le estaba dando vueltas a su mente lo ...