Se descubre una nueva ilusión 11 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 11

... timbre, y te pones de rodillas, esclavo. –ordenó su Ama Ariadna. –Empieza ya. –dijo su Ama Ariadna. –Si, llegas tarde, dormirás en la puerta de mi casa hasta las siete de la mañana que vaya al trabajo, esclavo. –dijo Ama Ariadna. –Tienes permiso para hablar, esclavo. –¿Lo has entendido todo, esclavo? –preguntó su Ama Ariadna. –Si, mi Ama Ariadna. –respondió el esclavo Tobi. –¡Lo he entendido todo, mi Ama Ariadna! –respondió el esclavo Tobi. –Te estaré esperando, esclavo. –dijo su Ama Ariadna.

Roberto no se hizo esperar, fue a por un collar de los cajones que tenía, con su cadena, anillas, y pulseras, junto con unos vibradores anales. Roberto se puso las anillas, en sus pezones, pero como ya tenía los agujeros hechos, no notó apenas dolor, así que se puso todo. Lo único que le faltaba era la plaquita que puso el nombre de Tobi, y detrás el nombre de su Ama Ariadna. Fue muy profesional, porque puso esclavo Tobi, y Ama Ariadna, poniéndosela en el collar. Se puso una manguera anal con un liquido que le hizo echar todo en el váter, para coger las llaves de su coche con la boca, ponerse de rodillas a cuatro patas para salir por la puerta como un perro. No tardó mucho en bajar por el ascensor, pero al salir de este, se cruzó con una vecina suya llamada Gloria, que viéndole de esa manera. –Pero Roberto, ¿qué es lo que haces así de esa manera? –pregunto Gloria. –No lo dije, pero hace unas horas, me he convertido en un esclavo y perro de mi Ama Ariadna, haciendo una reverencia, le beso sus botas para lamérselas. –Veo que te gusta lamer mis botas, esclavo. –dijo Gloria. –Si, mi Ama Gloria. –respondió el esclavo. Ella, levantó las suelas para que se las lamiera, dejándole las botas limpísimas. –Veamos lo que pone en tu plaquita de perro. –dijo Ama Gloria. –¿Te llamas Tobi, esclavo? –preguntó Ama Gloria. –Si, mi Ama Gloria. –respondió el esclavo. –¿Y a dónde vas así, esclavo? –preguntó Ama Gloria. –A casa de mi Ama Ariadna, mi Ama Gloria. –respondió el esclavo. –¿Y te permiten tener más de una Ama, esclavo? –preguntó Ama Gloria. –Si, mi Ama Gloria. –respondió el esclavo. –¿Y para qué quiero yo tenerte como mi esclavo? –preguntó Ama Gloria.

En ese momento, bajaban sus Amas Natalia, Carmen y Mónica por el ascensor, encontrándose con ellos. –Hola, Gloria. –dijeron ellas. –Hola, chicas. –dijo Gloria. –¿Habéis visto a Roberto? –preguntó ella. –Dice que es un esclavo y perro llamado Tobi. –dijo Gloria. –Si, lo sabemos es nuestro esclavo. –dijeron ellas. –¿Si o qué? –preguntó Gloria. Ellas estaban meando así que se bajaron sus bragas. –No sé a donde irás, pero abre la boca y trágatelo todo, esclavo. El esclavo, abrió la boca y una detrás de la otra fueron meándole en su boca e incluso le ducharon, meándole por todo su cuerpo. Gloria, aquella escena le excitó, mojándose las bragas, así que preguntó si podía mearle, también. –Si, claro. –dijeron ellas. Por lo que Gloria puso su vagina en su boca para mearle, ya que le habían entrado ganas. El esclavo, empezaba a ...