Se descubre una nueva ilusión 11 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 11

... –dijo Roberto. –Me encantaron sus pies, y volvieron loco, así que quise probar unos días. –dijo Roberto. –Como dentro de unas semanas, ella asume ya el papel de sumisa. –dijo Roberto. –Pensaste, que era la oportunidad perfecta para ser un esclavo suyo, ya que como dejará de ser Ama. –dijo Ariadna. –Si, exactamente. –dijo Roberto. –Así que, con los pies de una mujer, pueden someterte. –dijo Ariadna. –Pues, sí, Ariadna. –dijo Roberto. –Yo tengo unos pies preciosos, Roberto. –dijo Ariadna. –Te voy hacer sufrir en la oficina, cada vez que te visite en el despacho. –dijo Ariadna, sabiendo que Roberto le encantaban los juegos, y experimentar al máximo. Roberto era una mente loca en lo que se refería al sexo, por lo que cada semana se le ocurría una cosa nueva para experimentar. Luego, se cansaba de ella, y volvía a ser el de siempre, un Juez serio y profesional, al que Ariadna quería y admiraba. Habían sido compañeros de clase en la facultad, y ella estuvo presente cuando su presunta novia, le puso los cuernos destrozándole por completo. La verdad que era una persona que se superaba por si misma en las dificultades más adversas, por lo que esa faceta de esclavo, no le había visto aún, y deseaba verlo, experimentando con él, sus andanzas.

Ariadna, sabía que cuando Roberto le contaba sus perversiones, es porque quería que participara pervirtiéndola. Sabía, que Roberto si movía una ficha, ya tenía pensaba cuatro o cinco pasos más en la partida de ajedrez, por lo que la ponía cachonda, excitándose y mojándose las bragas. Ariadna, quería tener sexo con Roberto, ya que su polla descomunal de unos 40 cm, eran una gozada, porque todas las Amas, junto con las sumisas con las que había estado, había salido contentísimas de placer al sentirla en sus entrañas. Ariadna quería darle una sorpresa a su compañero Roberto, que lo volvería loco, sin duda. –¡Dime cómo fue la sesión esa en la que decidiste convertirte en un esclavo! –dijo Ariadna. Roberto comenzó diciéndole todos los motivos y sus razonamientos a lo que le habían llevado para tomar esa decisión. –La verdad que me llamó Angela, pidiendo auxilio, diciendo que unas vecinas suyas, estaban siendo secuestradas, llevándolas con una túnica, desnudas con collar, anillas, etc. –dijo Roberto. –Di, el aviso para irme a buscarla, para seguir al coche. –dijo Roberto. –Se subió al coche y fue cuando le informé la sentencia, es decir, le dije lo que iba a pasar. –Se desnudó, mostrándome sus pies, y se le cayó la baba. –dijo Roberto. –Se puso el collar, las anillas, las pulseras, y anillos. –dijo Roberto. –Entiendo. –dijo Ariadna. –Al verle los pies, se me puso tiesa, así que me dijo, llamándome mi Amo, si podía aliviarme, así que me chupo la polla, hasta correrse. –dijo Roberto. –Sea como fuese, estaba muy excitada y se subió, follándose ella misma su polla. –dijo Roberto.

–Se corrió, y cuando se iba a quitar se metió la palanca del coche con su vagina, pegando un gran grito, pero me puso los pies en el volante. ...