Venciendo mi Timidez. Capítulo 12 - Relatos Eróticos

Venciendo mi Timidez. Capítulo 12

... indicaban que se corría, o eso me imaginé.

Tomándola de las caderas, se la metí bien adentro y haciendo fuerza para que mi glande llegara lo más adentro de su ser, sentí como mi Sofí se estremecía y se derrumbaba sobre mi pecho y hombro.

Descansamos un poco de las exigentes folladas que nos dimos, luego Sofí se acomodó como perrita en cuatro en el sofá, mirándome con ojos libidinosos me dijo:

Milagrosamente se comenzó a endurecer y cuando creí que ya podría meterla, le pasé la lengua por el orto, ensalivándolo.... luego de eso estaba listo para encularla como quería… me puse detrás y empujé un poco, mi verga entró sin muchas dificultades pese a no estar del todo dura para follarla.

Sofí gimió quedamente, mientras yo la agarraba de sus caderas y la penetraba despacio, abriéndome paso a sus entrañas, mientras mi morbo alentaba a mi verga a endurecerse y aumentar de tamaño en su interior.

Al poco rato ya mis envestidas sonaban ruidosamente en el perfecto culo de Sofí, mientras Fani le metía mano a su coño para hacerla bramar de deseo y calentura… fue tan duro el mete saca, que a los pocos minutos ambos nos corrimos como bestias y con los últimos chorros de leche que me quedaban, le llene el orto a Sofí … Los tres quedamos silentes, y realmente agotados de tanto darle.

Después de dar lo mejor de mí… como les dije, agotado por la entrega dada a las gemelas, me vestí rápidamente, mientras ellas se quedaron conversando algo que no quise saber. Me fui a la cocina por un vaso de agua y algo que comer… al poco rato llegaron ellas vestidas, nuevamente se veían iguales y me preguntaron:

En eso llegó tía Julia y Julita juntas de algún lugar que no mencionaron y que no pregunté… Julita me miró y sonrió con malicia después de saludarme, no así tía Julia, que como siempre era algo más parca… Me preguntaron por mi familia y como me iba en el colegio, luego tía Julia me ofreció de cenar, pero como debía de regresar a casa decliné su oferta… cuando ya me iba Julita me dijo:

Regresamos con Julita en su coche, el ver lo atractiva y voluptuosa que es, me causaba todo tipo de pensamientos libidinosos, pese a que las gemelas me dejaron agotado… Íbamos conversando de trivialidades, aún así mi vista se desviaba al canalillo de sus tetas… por lo que Julita divertida y con algo de malicioso sarcasmo, me invitó a un motel, en un principio pensé en aceptar, pero dado mi estado, finalmente me negué, porque no sabía si podría hacer un “papel digno”, además de notar que la invitación era solo un sarcasmo, pues creo que Julita sabía perfectamente lo que habíamos hecho con las chicas.

Su burla caló hondo en mí y mientras conducía le metí mi mano en su pierna derecha y ya que vestía una falda, le acaricié su muslo hasta llegar a su coñito… ella se reía divertida agregando:

Aún riendo, le tomé la mano y la puse sobre mi hombría, la que apenas reaccionaba, pues efectivamente me había quedado seco con las gemelas, aún así, no podía aceptar que se burlara ...