Venciendo mi Timidez. Capítulo 12 - Relatos Eróticos

Venciendo mi Timidez. Capítulo 12

Capítulo 12

Pese a que me habían estrujado, Maite tomó mi amiguito y arrodillándose bajo las sábanas, comenzó a comerme la verga, la cual pasado unos minutos reaccionó irguiéndose dura como ella quería, luego sonriente se sacó su pijama quedando desnuda, para montarse ahorcajadas sobre mí y empalarse a su manera, yo me dejaba querer, mi “único esfuerzo” fue estirar las manos para amasarle las tetas mientras ella me cabalgaba a su regalado gusto.

Por un momento su fogosidad se desbordaba y la cabalgata que me daba se volvía una carrera desbocada, tanto que en ocasiones mi amiguito se le escapaba del coño, pero ella volvía a ensartarse, y en cada una de esas veces, gemía casi como si fuera a morir, su respiración se volvía angustiosa, como si necesitara más aire para no asfixiarse… mi verga resbalaba sin problemas en su coño licuado, llegando a incrustarse en su cérvix lo que la hizo controlarse un poco. Finalmente, Maite lanzó un estertóreo gemido anunciando que se corría para luego apretar mi verga, la que de forma milagrosa lanzó unos débiles lechazos en su interior, la verdad es que no me quedaba nada.

Nos dormimos abrazados, ya sin fuerzas, hasta que las primeras luces del día me despertaron, en eso recordé a Esti y Pau, por lo que dejé a la bella durmiente de Maite, la que sin dudas debía descansar luego de su salvaje cabalgata y me fui al cuarto de Pau donde estaban las otras “zorritas”, perdón, Pau y Esti.

Al entrar en silencio, pues pensaba que las chicas aún dormían, me sorprendí al ver a mi Pau desnuda en cuatro patas comiéndole las tetas a Esti que estaba igual de calata, con sus piernas bien abiertas y los ojos cerrados, mientras se amasaba sus tetas… por lo que, sin pensarlo mucho, silenciosamente me acerqué a ellas y aproveché la oportunidad… Es así como tomé de las caderas a Pau, y le metí mi verga de un solo golpe… lo cual hizo que ella soltara un gritito entre susto, dolor y placer.

Esto me causó un poco de risa, pues mi sorprendida hermana me dijo que se la metiera con más cuidado y no a lo bruto, pero dado lo caliente que se encontraba, no dijo nada más y continuó comiendo el coño de Esti… Claro que su objeción ni siquiera la consideré, iniciando un frenético mete saca, que a los minutos hizo que Pau, comenzara a boquear, luego gemir y ronronear como gata, indicativo que estaba próxima a un nuevo orgasmo, por lo que aceleré y profundicé mis estocadas, causando que cayera agotada sobre su prima.

Aún sin descargar, hice que Esti se pusiese en cuatro patas y procedí a realizar lo mismo, con la diferencia de que ahora mi hermanita se colocaba bajo Esti y le pasaba la lengua al clítoris de su prima y mis bolas. El frenesí sexual era tremendo, Pau se comportaba como una zorra guarra y entre los dos, le sacamos a Esti un tremendo orgasmo… fue una faena para oreja y rabo, pues ambas chicas quedaron derrengadas en la cama, muy pero muy satisfechas… el problema era yo pues estaba aún sin descargar, por lo que ...