Venciendo mi Timidez. Capítulo 12 - Relatos Eróticos

Venciendo mi Timidez. Capítulo 12

... obrado maravillas en las dos, pues si bien tenían algo de tripita eran muy atractivas, claro que sus tremendos melones que tenían por tetas, ya no podían desafiar la gravedad del todo, aún así, revolucionaban mis hormonas como nadie.

Después de quedar desnudas, ellas me miraron con morbosa lujuria y se besaron… no era un beso de hermanas, pues este estaba lleno de pasión y deseo, después de eso, me volvieron a mirar y sonrieron… era la invitación que yo esperaba.

Me acerqué y a las dos les acaricié los exquisitos coñitos, a mamá con mi verga y a tía Adela con mi mano, pero ellas querían más, por lo que Tía Adela se giró encarando a mamá para dejarse chupar las tetas mientras yo le pasaba la lengua y besaba el culo a mamá, la que empezó a pedirme que le comiera el coño en esa misma posición, así lo hice, pero pasé mi mano entre sus piernas para meterle un dedo en el coño a tía Adela, la que agradeció mi atención con un profundo gemido.

De pronto, estaba sobando ambas vaginas con mi boca y dedos, calentando a mis parientas a niveles insospechados… ellas sin decir ni una palabra en todo este rato, comenzaron a mover sus caderas… deseosas de recibir algo más contundente. Ambas se pusieron en cuatro sobre la amplia cama matrimonial de mamá, por lo que decidí pararme frente al orondo culo de mi progenitora y meterle la verga sin más dilación, manteniendo a la vez dos dedos en el coño de mi tía.

Comencé a follar a mamá con un ritmo suave… aun así, mis acometidas eran profundas… de esas que había descubierto que ella disfrutaba al máximo… mientras continuaba “dedeando” a tía Adela, ¡nunca había pensado estar así!, sentía la estrechez de mamá más cerrada que nunca, pues solo la había follado con las piernas medio abiertas.

Me concentré e Mamá, por lo que con la mano libre le comencé a acariciar las tetas, castigando su precioso culo con mi pelvis…. Pero Mamá cambió de posición, acostándose en la cama con sus piernas sobre uno de mis hombros, diciéndome que continuara follándola, a su vez continuó “dedeando” a su hermana junto conmigo y procedió a comerle las tetas, mientras con la mano libre se acariciaba y apretaba los pezones.

El orgasmo de Mamá llegó rápido, pues su calentura no había bajado desde el día anterior, casi no me di cuenta de su silencioso clímax, si no hubiese sido por las contracciones que estremecieron su cuerpo y que sentí en mi verga.

Una vez follada mi madre, procedí a dar la vuelta a la cama y realizar lo mismo con tía Julia, la que ya no se restringía y se entregaba por entera. Qué les puedo decir, me puse en posición, y ella movió su hermoso culo hasta el otro lado de la cama, con el único propósito de que su culo quedara expuesto y a disposición de mi verga, por lo que sin mayor preámbulo la ensarté siguiendo con la deliciosa faena, hasta lograr un orgasmo muy gritado por ella.

Con mi libido en alza, puse a mis dos parientas en cuatro patas y procedí estimular sus ortos con mis manos, primero le metí el ...