1. Jugando al strip-poker con cuatro sumisos


    Fecha: 02/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... preparé todo como a ti te gusta. Agua muy caliente, espuma, sales de baño y velas alrededor. También llevé un altavoz con Boyce Avenue sonando. Llegaste al baño y te desnudé. Te ayudé a entrar en la bañera y entonces, me dijiste que me fuera a preparar lo que habíamos comprado de picoteo y cuando lo tuviera todo listo, subiera a ducharme y vestirte. Cenaríamos tú y yo con María a las 10, mientras que los invitados habían sido citados a las 11.30 para empezar la partida.
    
    Bajé a la cocina con una mezcla de excitación, ganas y esa mezcla previa a la humillación que sé que voy a vivir, y que tanto nos excita a los dos. Preparé la cena, puse la mesa para ti y mirando el reloj, me di cuenta de que eran las 9. Con prisa en el cuerpo, subí y pidiéndote permiso para pasar al baño, te pregunté si podía ducharme. Me dijiste que sí, que fuera al baño de invitados a darme una ducha y que volviera desnudo para enjabonarte, lavarte el pelo, secarte y comenzar el proceso para que estuvieras perfecta.
    
    Inmediatamente salí de la habitación, me di una ducha rápida y, desnudo volví al baño. Estabas con los ojos cerrados cuando entré, y sin decir nada me puse de rodillas y te besé en los labios. Te sorprendió. Creo que no me sentiste llegar, pero sonriendo me devolviste el beso mientras decías: “Venga, cariño… que se nos va a hacer tarde. Haz tu trabajo”.
    
    Sin dudar un segundo aclaré tu pelo con agua caliente y te lo lavé con tu champú favorito. Mientras dejé que el champú hiciera su magia, eché gel de baño en tu esponja y cuidadosamente comencé a enjabonarte. Adoro ese momento. Me encanta pasar la esponja por tu pequeño pero precioso cuerpo. Ese cuerpo que disfruto cada día desde hace años, y que de vez en cuando, ofrecemos para que también lo disfrute algún “nadie”. Esa noche serían cuatro nadies y una sumisa los que disfrutarían de tu cuerpo, pero solo uno de ellos tendría el privilegio de follar contigo (al menos en un principio, que nos conocemos bien).
    
    Después de aclarar tu pelo y de terminar de retirar el jabón de tu cuerpo, te sequé bien y apliqué tu crema hidratante por cada rincón de ese 1,58 que me vuelve loco. Mientras te echaba la crema con mis manos notaste mi erección, e inmediatamente me dijiste que fuera a por el CB, diciendo:
    
    “Trae la jaula de castidad de metal, cariño. El pequeño es más que suficiente para tu ridícula polla. Hoy no vas a necesitarla, así que mejor la guardamos para que nadie tenga tentaciones, ¿vale?”.
    
    Afirmé en silencio y fui a por el CB metálico. Me lo pusiste, de manera que mi pollita quedó aprisionada, y tan cual estaba, me pediste que me pusiera a cuatro patas. Querías usar mi espalda como silla, para seguir maquillándote, de momento completamente desnuda. Mantenía mi mirada en el suelo, mientras decías lo excitada que estabas y me preguntabas por los nadies que había elegido para ti. Conocías a José ,a Javi y a Olibert, porque les habías usado en otras ocasiones, pero había un jugador nuevo, y eso te excitó ...
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