1. Jugando al strip-poker con cuatro sumisos


    Fecha: 02/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... llegado el momento de despertarte. Con cuidado retiré el brazo que tenías sobre mi pecho y salí por mi lado de la cama. Me coloqué en los pies de la misma, levanté las sábanas con cuidado y comencé a lamer tus pies. Es tu rutina de despertarte, y mi obligación. Cada mañana he de lamer tus pies hasta que vas despertándome. Todos los días. Muchos de ellos me agarras de la oreja o del labio tirando de mí hacia tu coño, para proporcionarte los primeros orgasmos del día y “empezar el día con energía”, como sueles decirme.
    
    Después de estar un buen rato lamiendo tus pies, sentí que abrías tus piernas. No dijiste ni una palabra, pero no fue necesario. Seguí lamiendo tu entrepierna hasta llegar a tu coño. Nada más colocar mi lengua sobre tus labios vaginales sentí tu humedad. Confirmado. Estabas despertándote. Comencé a comerte el coño con ternura, con suavidad. Muy lentamente subía y bajaba por tus labios, y me quedaba jugando con tu clítoris. Tienes un coño espectacular, y adoro darte placer con mi boca. No pasaron ni cinco minutos y sentí cómo tus piernas presionaban mi cabeza. Supe que había llegado el momento de tu primer orgasmo, y comencé a meter y sacar dos dedos a toda velocidad, hasta que algo después sentí cómo te corrías en mi boca.
    
    Me puse a limpiar tu coño, tus piernas, tu culo y las sábanas porque es otra de mis rutinas. A veces la interrumpes para que siga lamiendo para provocarte otro orgasmo, pero esta vez te quedaste quieta dejándome hacer. Al terminar, subí hasta ti y nos abrazamos. Estuvimos planificando la mañana y finalmente decidimos ducharnos, vestirnos y salir a dar una vuelta por el centro. Comeríamos en un japonés que hay en la calle Almirante, lo que me dejó claro que tenías idea de pasarte por el sex shop del que Andrea es dependienta.
    
    A la hora estábamos aparcando en el parking de Chueca. Dimos un paseo y pasamos por el sex shop. Te gustaba que entráramos juntos para humillarme un poco con el personal del sex shop, pero en esa ocasión, me dijiste que me quedara fuera esperando, que tenías que comprar algún juguete, y que sería una sorpresa. Esperé fuera, y a la media hora saliste con una bolsa llena de cosas, que -por supuesto- no me dejaste fisgar.
    
    Comimos, nos tomamos un café charlando de nuestras cosas y a las 5:30 de la tarde estábamos de camino a Boadilla. Hicimos el amor en el sofá, dormimos casi una hora de siesta y a las 7 nos fuimos juntos a comprar cosas para cenar y para picotear durante la partida. Estabas radiante de felicidad y me dijiste:
    
    “No sabes las ganas que tengo de jugar al poker, mi amor. Pero ya, jugar con cuatro sumisos que se irán desnudando mientras vayan perdiendo manos y saber que tú estarás sirviéndome y apretando la mandíbula con cada uno de mis pestañeos… puff… me excita muchísimo pensarlo. Y de premio, pienso follarme al ganador delante de ti. No veo el momento de que empiece la partida, cariño”.
    
    Al entrar en casa me ordenaste prepararte un baño. Subí al piso de arriba y lo ...
«12...456...19»