1. Jugando al strip-poker con cuatro sumisos


    Fecha: 02/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... María:
    
    “María, preciosa. Ponte mi arnés y fóllate a mi puta. Creo que se ha quedado con ganas de más, y mi amante acaba de correrse. Necesitará un descanso. Nos lo preparas, bonita?”
    
    María sonrío y te dijo que lo haría encantada, así que se acercó a la mesa del salón repleta de juguetes y se colocó el arnés con el dildo rosa, que le quedaba increíble. Me dijiste que me colocara a cuatro patas a escasos centímetros de tus pies, y mirándote. Seguías tumbada encima de Javi, cuya polla relajada era bastante más grande que la mía en su máxima erección. Él besaba tu cuello y tu espalda mientras sus manos disfrutaban de tus preciosas tetas. Bajé la mirada, porque no soporto que otros labios recorran tu piel, pero al darte cuenta, me dijiste:
    
    “No retires tu mirada de nosotros, mi amor. Quiero que veas cómo su boca recorre mi piel, como sus manos me hacen suya y cómo vuelve a excitarme, y voy a enseñarte a comerse una polla así de grande, para cuando volvamos a verle otra vez. Porque pienso repetir, y no voy a tardar mucho en hacerlo, pero los tres solos. ¿Te parece bien, mi amor?”
    
    Manteniéndote la mirada, y mientras apretaba los dientes, contesté que sí. Que me parecía perfecto, y que tenía muchas ganas de que volvieras a follártelo. Sonreíste y dijiste:
    
    “Y dime, puta. ¿Tienes ganas de que me vuelva a excitar y follemos otra vez después de comérsela? ¿Quieres verlo de cerca, bonita?”
    
    Contesté un “Sí, Ama” que apenas salía de mi. Humillado mientras él no paraba de besar tu cuerpo y manosearte. Ahora tenía una mano en tu coño y otra seguía en tus tetas. Estaba siendo follado por cuarta o quinta vez en la noche (había perdido la cuenta), en esta ocasión por María, que respiraba cada vez más agitadamente, fruto de su excitación y de ver el primera persona que la polla de Javier estaba volviendo a la vida gracias a tus caricias y a las suyas.
    
    Entonces te retiraste de su espalda, te arrodillaste en el suelo y me besaste. Mientras María seguía follándome, el tiempo se detuvo durante unos segundos. Y me sentí volar. Tus besos son pura gasolina para mi cansancio… para mi motivación. Pero en el momento que dejaste de besarme, dijiste:
    
    “Mira y aprende cómo se come una polla de verdad, zorra”.
    
    Y después de ponerle un condón, sentía que hacías magia cuando su polla desaparecía en tu boca. No podía creer lo que estaba viendo. Yo apenas era capaz de meterme la mitad, y tú estabas llegando con tus labios hasta su base, de forma que no veía más que la última vuelta del condón. Enseguida su polla fue enorme otra vez, y sin mirarme siquiera, esta vez mirándole a los ojos, comenzaste a follártelo de nuevo. La imagen era espectacular. Sentía cada cm de Javi entrando y saliendo de ti, apenas a 30cm de mi cara. En un segundo, el salón se inundó de gemidos. Los vuestros eran los que se clavaban en mi cerebro, pero también me descubrí gimiendo como una puta… como tu puta, e inmediatamente sentí que María se estaba corriendo de tanta excitación ...