1. Jugando al strip-poker con cuatro sumisos


    Fecha: 02/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... duelen y que nos excita a ambos.
    
    En un momento dado, y mientras miraba fíjamente a José, llamaste a María, que se acercó. Uno de los jugadores nuevos, que se llamaba Dani, y que no tenía experiencia apenas, se había acercado para ligar contigo, pero al ver que estabas ocupada con José, te comentó algo de María. Cuando esta llegó a vuestra altura le agarraste del pelo y, llevándola hacia ti, lamiste su cuello. Después, pellizcaste sus pezones. María respondió con un gemido que llamó la atención del resto de jugadores. Al estar desnuda de cintura para arriba, fue evidente su excitación, pues sus pezones se pusieron duros respondiendo a la presión de tus dedos. Dani te dijo algo y tú afirmaste con un gesto de cabeza. Entonces se acercó a María y lamió y mordió sus pezones, a la vez que empezaba a meterla mano por debajo de la falda.
    
    Yo seguía observando a distancia y temí que aquello se nos fuera de las manos. José seguía pegado a ti, y en tu mirada y tus gestos, notaba tus ganas de follártelo. María empezaba a ser magreada por Dani y por Javi. Notaba sus pollas duras debajo del pantalón del traje, y pensé que aquello sería cualquier cosa menos una partida de poker. Tosí y traté de llamar tu atención, pero entonces me di cuenta de que tenías tu mano dentro de los pantalones de José, y agaché la cabeza.
    
    Nuestras miradas se cruzaron, y emitiste un insonoro “gracias, mi amor…te quiero”, al que te respondí con una sonrisa clara y sincera, y un “yo también, princesa”. Entonces, sacando la mano de la entrepierna de José, dijiste:
    
    “Chicos, empecemos la partida, que se nos está yendo un poco de las manos la copa de bienvenida”.
    
    Cuando diste el toque de atención para comenzar la partida, Dani y Javi estaban siendo masturbados por María que a su vez era magreada por Olibert, que estaba situado a su espalda. Cada polla en una mano, y ella en medio. José se colocó el pantalón, tratando de disimular su excitación. Todos fuisteis conscientes de que tenías razón, y entre risas nerviosas y miradas tensas, os sentasteis en la mesa poco a poco.
    
    Antes de repartir la primera mano, volviste a recordar las normas. Todos estuvieron de acuerdo y repartiste la primera mano. Mientras tanto, María y yo, semidesnudos servimos las copas a los jugadores. Casi todos pidieron Whisky, excepto tú, que preferiste una Pepsi Max. Te conozco bien. Querías ganar la partida y desplumarlos. Ya lo habíamos hablado hacía un par de días. A ninguno le iba a salir gratis el privilegio de jugar un stip-poker contigo, ni la posibilidad de poder follar con una mujer como tú. De algún modo, querías cobrárselo.
    
    Pasada la media hora de juego me llamaste:
    
    “Ven aquí, puta. Llevo dos manos perdidas y no tengo zapatos. Mis pies necesitan una lengua, y estos cuatro sumisos están jugando al poker y tienen un premio mayor esperándoles”.
    
    Sin dudar un segundo, me metí debajo de la mesa y, de rodillas, comencé a lamer tus bonitos pies. Con calma, con mimo… con amor. Entonces recibí ...
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