1. A mi hija le gusta el semen.


    Fecha: 12/07/2024, Categorías: Incesto Intercambios Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... como masturbarlo. A él y a ella les encantó. Como estaba vestida no deje que el perro se corriera sobre ella, antes de que comenzara a gotear la hice arrodillarse al lado del perro y después de unos cuatro minutos, el perro arrojó un litro de semen sobre una toalla puesta en la alfombra. Carolina se deleitó mirando el semen acuoso del perro saliendo a chorritos de su polla. Yo esperaba verla beber alguno de esos chorritos, pero no se lo sugerí y ella tampoco lo hizo. Le dije que las bolas de los perritos necesitan ser drenadas todos los días, y si ella quería conservar responsablemente esa mascota, tenía que encargarse no solo de alimentarlo, sino de tenerlo bien y ocuparse de sus necesidades. Ella pareció entender y así comenzó una larga relación entre Carolina y su perrito Jack que continúa hasta el día de hoy. Demás está decir, que mi mamada vespertina todas las noches, estaba más que asegurada. Claro está que la debía contra pagar con una buena lamida de coño o una masturbación con el vibrador.
    
    Los fines de semana era especiales, porque lo dedicábamos solo al sexo. Como a ella no le nació espontáneamente, entonces decidí mostrarle como chupar la polla de Jack. Realmente no sabía cómo, ya que nunca lo había hecho, pero pensé que era necesario para que ella también lo hiciera. Básicamente, solo me acomodé en el sofá y dejé que el perro metiera su pija en mi boca y me la follara, manteniendo su pija con mi mano, de modo que no me la metiera tan profundo. Funcionó y en poco tiempo se corrió. Hice un tremendo espectáculo mostrándole como beberlo, dejé que algunos chorros rezumaran por mi barbilla y me sorprendió encontrar su sabor mucho mejor que mi propio semen, y se lo dije. También resultó obvio que el perro se corrió mucho más abundante que yo, entonces le dije:
    
    —La próxima vez … puedes hacerlo mientras yo chupo tu panocha …
    
    —¡Oh, sí! … ¡Quiero probarlo, papi! …
    
    Respondió Carolina muy animada y entusiasta.
    
    Carolina comenzó a disfrutar regularmente de su perro. Le mostré varias formas de como chuparlo, también la hice recostarse bajo el perro y masturbarlo hasta quedar bañada en su esperma caliente, después juntos lo frotábamos sobre su cuerpo. A menudo eso me excitaba mucho y disparaba mi carga de semen en su boca. Siempre la anime a beber tanto esperma como fuese posible, diciéndole que era bueno para ella y afortunadamente siempre había suficiente para ella.
    
    También la animé a masturbarse tantas veces como quisiera, y ella mientras estaba en casa, pasaba la mayor parte del tiempo con su mano en sus bragas. Cuando íbamos de vacaciones, ella me dejaba masturbarla mientras conducíamos. Eso me calentaba mucho. Nuestras vacaciones siempre involucraban mucho sexo oral.
    
    Antes de su séptimo cumpleaños, empecé a penetrar su diminuto coño con el vibrador. Como era un vibrador clitoridiano, lograba penetrarla solo un par de centímetros, le dije que tenía que practicar mucho más si es que ella quería mi polla en su coño. Hablamos ...
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