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Leticia empieza a descubrir nuevos caminos
Fecha: 22/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Poyatos, Fuente: TodoRelatos
... la vez que me sujetaba la barbilla-. Ahora, abre bien la boca-. Así lo hice y empezó a mearme dentro. Me atraganté y aparté la cara. Sin inmutarse, siguió regando por todo el cuerpo con desprecio. Al momento, le acompañó el otro cerdo y también me rociaba con su orina. Me dejaron en el suelo totalmente empapada oliendo a orina fuerte de macho, totalmente despreciada y humillada, y se metieron en el coche. No me podían dejar allí de ninguna manera ¿Qué iba a hacer sola con ese aspecto de furcia sucia y vejada? Me levanté y me dirigí de rodillas al coche: -¡Por favor, no me dejéis aquí tirada!-. Les supliqué con las manos juntas, agachando la cabeza sumisa y humillada delante del coche-. ¡Llevadme a casa, por favor!-. Y lloré con desesperación, viendo cómo me miraban con cara divertida desde dentro del coche. Al rato, Darko bajó del coche hacia el maletero y vino hacia mí con una manta. Me rodeó con ella y me cogió en sus brazos. Yo me abandoné acurrucándome con su cuerpo. En ese momento me sentí inmensamente feliz y satisfecha, abrazada a ese macho fuerte y poderoso. Me agradaba su olor mezcla de sudor con colonia barata. Ese aroma que desprendía le hacía más viril, más macho. Dejando abandonado en el suelo el vestido y mi ropa interior, me llevó en volandas a la parte de atrás del coche, pero esta vez se sentó a mi lado. Yo abrigada con la manta me apoyé en su torso con dulzura, quería seguir sintiendo su calor y su aroma. Él me acarició con delicadeza y me susurró al oído con cariño: -Descansa, ahora te llevo a casa y no te preocupes por nada-. Y me dio un beso en la mejilla suave y dulce. ¿Quién iba a decir que era el mismo que hace un momento me había violado y maltratado? No quise pensar en cómo entraría a casa desnuda y oliendo a orina y semen. Solo quería disfrutar del momento de relax después de la sesión de sexo duro y perverso que había vivido. Y me quedé dormida en los brazos de mi protector mientras el sol ya lucía con fuerza. (continuará)