1. Leticia empieza a descubrir nuevos caminos


    Fecha: 22/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Poyatos, Fuente: TodoRelatos

    ... te parecerá muy atrevido pero, querría presentar mi curriculum en tu despacho. Antes quería comentarlo contigo para saber qué te parece.
    
    -¡Enhorabuena, no sabes lo que me alegra!-. Le dije encantada por la confianza que me demostraba tener-. Mándamelo por email, le echo un vistazo y te digo lo que sea. Ten por seguro que haré todo lo que esté en mi mano para ayudarte.
    
    Me abrazó con fuerza y me dio un beso muy cerca de los labios. Ahora sí que me imbuí en su aroma. Me humedecí solo con ese beso, corto y discreto, pero rotundo y contundente. No perdí la oportunidad para devolverlo y de paso acariciar su pierna hasta llegar al muslo con disimulo. Se dejó hacer y, viendo mi estado de turbación, sonrió con picardía. Sabía perfectamente cómo seducirme y seguimos con los labios muy cerca, dejándome tomar la iniciativa de la situación.
    
    En la mesa de al lado había dos hombres maduros mirando con discreción y cuchicheando entre ellos. ¿Qué pensarían de la escena de afecto que estaban contemplando? Me excitó que pensaran que éramos algo más que amigas y no aparté la mano de su muslo desnudo. Sin embargo, ella se apartó ligeramente de mi lado, con algo de pudor al sentir sus miradas, y volvió a ser la niña pura e inmaculada.
    
    Seguimos hablando muy a gusto de temas sin importancia. Fue un rato muy agradable y cada vez me sentía más atraída por ella. Al rato miré el reloj y vi que era la hora de acudir a por mi novio a casa:
    
    -¡Uy, qué horas! Lo siento me tengo ya. Si quieres te acerco a casa, tengo el coche en el parking de aquí al lado-. Dije sin apartar la mirada de sus ojos-. Me estará esperando Álvaro en casa para ir a comer a casa de sus padres.
    
    -Muchas gracias, no quiero molestarte más-. Dijo con voz algo mimosa.
    
    -¡Vamos, de eso nada: te llevo y punto!-. Dije algo autoritaria, como reprendiendo a una niña desobediente.
    
    Le cogí de la mano y al salir miré retadora a los dos hombres de la mesa de al lado. Ellos sonreían con sorna y uno de ellos soltó a nuestro paso:
    
    -¡Adiós, parejita!-. Y se volvió al otro para decirle en voz muy baja-. A esas dos les daba una buena ración de rabo y dejaban sus jueguecitos de tortilleras. ¡Serán guarras!
    
    Me volví con desprecio. ¡Qué se jodan estos cerdos, pensé! Y abracé a Irene con fuerza al cruzar la puerta.
    
    Llegamos al coche y le abrí la puerta del copiloto a Irene. No quería perder la visión de sus piernas al sentarse. ¡Qué preciosa era la niña! Ella muy discreta se recogió el vestido con excesivo pudor. Eso aún me volvió más loca de deseo. Y entré rápidamente para sentarme a su lado.
    
    La miré a mi lado con la cabeza baja y no pude resistirme a cogerla por la barbilla y darle un beso húmedo y profundo.
    
    -Irene, pero qué guapa eres-. Y la seguí besando cruzando mi lengua con la suya. ¡Qué bien sabía su saliva!- Sabes que me tienes loca, ¿verdad?
    
    Y le metí la mano para acariciarle el coñito. Ella gemía de placer y me acompañaba con los besos:
    
    -¿Te gusta lo que te hago, verdad?- Y ...
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