1. Vacaciones para cuatro 14


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Wilmorgan, Fuente: TodoRelatos

    ... yo. Forzando al máximo la cadena, llevé mi lengua entre las nalgas blancas de esa mujer.
    
    Era asombroso, que a pesar de no parecerme para nada sexy ese culo, me pusiera tanto por todo lo que significaba. Dar placer a esa zorra engreída, delante de tanta gente, mi novio incluido. Escuchar sus jadeos con las caricias de mi lengua sobre su ano. Mis lamentos silenciosos al notar mi garganta hundirse por el collar. Ella recibiendo tanto placer de mí y yo sufriendo por dárselo. Si solo tuviera acceso a mi coñito… como me gustaría correrme junto a ella. Yo sufriendo y sin aire y ella sobre mi cara roja e hinchada.
    
    Mi mano movía con ansia el metal de mi entrepierna, buscando algún resquicio de estimulación en mi sexo. Pero nada, solo lo justo para ponerme más cerda, sin nada más que seguir cachonda y frustrada mientras le como el culo a esa rubia. En ese momento, ella se dio la vuelta. Sus dedos frotaban a una velocidad increíble su clítoris. Agarró mi pelo y empotró mi cara en su entrepierna. Tirando con fuerza por ella, ahogada por el collar y con mi boca tapada completamente por su encharcado coño, se corrió en mi cara. Saboreé, con los ojos nublados por mis lágrimas, cada fluido que de allí emanaba. Era salado, muy salado. Más que el mío o el de Paula. Hasta eso era desagradable aquella zorra. Y hasta eso, me ponía más cachonda sintiéndome sufrir por ella.
    
    Después de al menos un minuto de intenso orgasmo, me soltó el pelo. Por fin pude destensar la correa y volver a respirar. Como pude miré hacia ellos. Jorge sonreía complacido de nuestra actuación y Carlos tenía los ojos como dos faros. Mi pobre novio estaba alucinando de lo que allí ocurría. Y ni siquiera podía imaginar que esas dos mujeres desnudas eran su novia y su amiga.
    
    Ensimismada con ellos, no me di cuenta de que Irene había ido y vuelto con una nueva arma. En su cintura portaba el mismo falo que había usado para follarme a su novio. Ahora, desde mi perspectiva en el suelo, lo vi más inmenso aún. Sin mediar palabra me golpeó con él en la cara.
    
    - ¡Abre la boca! Te aconsejo que lo chupes bien, será el único lubricante que tendrá tu culo.
    
    No podía meterme semejante falo por el culo. Era cierto que yo se lo había hecho a su novio, pero era demasiado. Me iba a romper en dos. Aquella odiosa rubia era capaz de reventar mi culo sin remordimiento, por lo que mamé aquella goma, asegurándome de lubricarlo con mi saliva a conciencia.
    
    Después de un rato chupando su polla de mentira y unas cuantas arcadas en mi dolorida garganta, pasó a la acción. Me dio la vuelta, dejando mi cara contra los barrotes. En cuatro, con mi cara hacia el público, sujeta en corto por la correa de mi collar, sentí como jugaba con mi tapón anal.
    
    Ni siquiera me acordaba ya que tenía ese agujero también tapado. Un resquicio de esperanza se iluminó. No podría sacarlo con el cinturón. O me liberaba de mi castidad o tendría que desistir de sodomizarme. Ilusa de mí… metiendo sus dedos, comenzó a extraer el cono ...
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