1. Vacaciones para cuatro 14


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Wilmorgan, Fuente: TodoRelatos

    ... fue muy fuerte. Repitió lo mismo en mi otro muslo, de la misma manera. Dolía, pero no demasiado. Casi diría que me gustaba, es lo que tiene ser un poco masoquista. Pero como era de esperar, no fue suficiente para la sádica rubia. Con su arma preferida, hizo saber a Paula que no era ningún juego. Mi amiga volvió a azotarme, esta vez con más fuerza. Volvió a recibir otro calambrazo en el glúteo, señal de que no parase. Entonces comenzó a hacerlo sin parar y con fuerza, al ritmo que Irene le marcaba con descargas en su bonita piel.
    
    Ya comenzaba a doler demasiado, por lo que intenté huir. Con la barra en mis tobillos, andar con las piernas abiertas era tremendamente difícil. Paula estaba en la misma situación, por lo que ambas dimos una cómica escena, dando saltitos de puntillas recorriendo la jaula. La gente reía a carcajadas, viendo como dos jóvenes desnudas hacían botar sus pechos andando de aquella forma tan patética. Hasta mi borracho novio, veía divertido la escena. Si supiera que esa que recibía golpes en su espalda y trasero era su inocente novia… Pero lo peor, con diferencia, era verla a ella reírse en nuestra cara, completamente vestida en su mono de cuero. Esa maldita rubia que había sido antes mi asiento, me lo estaba haciendo pagar con intereses.
    
    - ¡Cambio! – gritó Irene.
    
    Dándome la vuelta, fui directa a atacar a mi sumisa con la fusta. No alcancé a darle más de un golpe. La cabrona de Paula era mucho más ágil que yo. Incluso con las piernas separadas por aquel instrumento, se movía ágilmente con saltitos felinos. Ver su culito brincar y sus firmes pechos desafiando a la gravedad, despertaba mi deseo lésbico. Me esforcé al máximo por alcanzarla y torturar ese cuerpo libidinoso, no ya por obedecer, sino por simple lujuria. Cómo deseaba marcar ese culito moreno con la fusta… hacerla gritar golpeando sus duros pechos. ¡Qué cachonda estaba!
    
    - ¡Parar! Parece que os estáis divirtiendo demasiado. Y esa no es la idea.
    
    Me ordenó sujetar los brazos de Paula, dejando su pecho y todo su cuerpo expuesto ante el público. Yo estaba a su espalda, con una vista privilegiada de su tonificado desnudo, cuando vi como se acercaba con aquella odiosa varita hacia mi sumisa.
    
    - No, no… por favor. – suplicó Paula.
    
    Pero no sirvió de nada, un leve roce en su duro abdomen y mi sumisa tembló en mis brazos. Seguidamente llegó otro, esta vez en el costado. Sus piernas siguieron la misma suerte, haciendo tensar todo el cuerpo de mi compañera. Paula intentaba escapar, pero no podía permitirlo. Tuve que usar toda mi fuerza para evitar que mi pequeña sumisa no huyera de aquella tortura. Convirtiéndome en cómplice de Irene, lo que para mí fue una tortura aún mayor.
    
    Mis besos sobre el cuello de Paula eran un simple placebo, incapaz de calmar la tensión de ver posarse la vara en su piel y no saber cuándo apretaría el botón. La varita llegó frente a mi rostro apoyado en los hombros de Pau. Vi como fue recorriendo sus pechos, bajando por su canalillo y ...
«1234...13»