1. Vacaciones para cuatro 14


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Wilmorgan, Fuente: TodoRelatos

    ... quedamos a solas con ella.
    
    - Lo habéis hecho increíble. Jorge está muy orgulloso de vosotras. Y yo también. – dijo ella, bajando la cremallera de su vestido.
    
    Nosotras sonreímos agradecidas, mientras mirábamos atónitas como debajo de aquel vestido no llevaba nada. Completamente desnuda, abrió la ducha y comenzó a limpiarnos con dulzura. Nos dejamos hacer, disfrutando de sus manos enjabonadas recorriendo cada centímetro de nuestros agotados y sucios cuerpos. Me recordaba a Jorge después de una dura sesión de sexo.
    
    Ella misma nos secó a conciencia, haciendo especial hincapié en mi cinturón de castidad, que no me quitó en ningún momento.
    
    - ¿No me vas a quitar el cinturón? – le pregunté.
    
    - Es un regalo para Jorge. ¿Qué mejor envoltorio que su propia sumisa? – me contestó, a lo que yo sonreí conforme.
    
    - Esto es tuyo. – me dijo mostrándome mi joyita anal.
    
    Sorprendida llevé la mano a mi culo, ni siquiera recordaba cuando lo había perdido. Le di las gracias extendiendo la mano para cogerlo, pero ella tenía otra idea. Aún desnuda, salió del baño y volvió con un condón. Retiró la llave que llevaba colgada entre sus pechos y la introdujo en él. Con ello en una mano y mi plug en la otra, imaginé lo que quería. Levanté mi vestido y agaché la espalda, dejando mi culo expuesto para ella. Sentí sus manos separando mis nalgas, me dolía mucho la zona. Entonces noté su piel en contacto con mis glúteos y seguidamente su lengua recorrer con cariño mi ano. Una mezcla de escozor y alivio recorrieron mi privado agujerito. Pero por más que tuviera el culo destrozado y mi cuerpo agotado, seguía tremendamente excitada.
    
    Sin poder evitar gemir, sentí como el condón ingresaba en mi recto, junto a la pequeña llave y mi metálico tapón. En cuanto soltó mis nalgas volví a sentirme presa de ese maldito tanga de seguridad. ¡Cómo deseaba tener acceso a mi chochito! Hubiera pagado porque me ordenase masturbarme para ella, allí tirada en el suelo de la ducha, abierta de piernas, como una perra salida. Pero no…
    
    - Puedes quitártelo cuando llegues a casa. Jorge está de acuerdo. – me dijo, acariciando mi sexo enjaulado.
    
    Nos vistió con la ropa con la que habíamos salido del apartamento y nos devolvió nuestros collares de propiedad, siendo ella misma quien nos lo puso al cuello con mimo. Algo más recuperadas y después de hidratarnos con unas bebidas isotónicas, nos calzó nuestros zapatos de tacón, de una manera bastante sumisa. ¿Qué misterio ocultaba esa preciosa mujer?
    
    Desnuda, nos condujo por un pasillo hasta una puerta de emergencia. Se despidió de nosotras con un beso intenso y lascivo, saboreando nuestras lenguas. Volviendo a encenderme fantaseando con un trío lésbico con esa dominante con rasgos sumisos. Recorrimos los escasos metros hasta la puerta y al abrirla allí estaban Jorge y Carlos.
    
    Mi novio estaba realmente borracho. Tanto, que me sentí tranquila, no había podido darse cuenta de nada. Volvimos al apartamento, entre besos y toqueteos en el ...