1. Fantasía de secuestro


    Fecha: 01/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: abofeteado, Fuente: CuentoRelatos

    ... castigándote como nunca antes lo he hecho a ningún esclavo estúpido!! -Sentenció duramente ante mis protestas de la mordaza.
    
    Introdujo sus manos enguantadas por debajo de su falda de cuero y agarró sus bragas para deslizarlas por sus muslos, piernas y sacarlas por sus pies. Las hizo un ovillo estrujándolas y se acercó a mí.
    
    -Abre la boca – Me ordenó.
    
    Observé como sus bragas negras eran de una talla muy grande debido a su corpulento tamaño. No entrarían en mi boca, eran demasiado grandes.
    
    Abrí la boca y comenzó a introducir sus bragas sucias dentro de mi boca. Eran demasiado grandes y no entraban en mi boca tal como predije.
    
    -Creo que no me has entendido bien, si te digo que abras la boca, la abres por completo – Me recriminó levantado la voz a la vez que su mano izquierda enguantada atenazó mi nariz. La cerró con dureza entre sus dedos de goma. En ese momento no podía respirar. Sus bragas intentaban entrar en mi boca y su otra mano estrujaba mi nariz impidiéndome respirar por ella.
    
    -¡Abre la boca todo lo que puedas! Yo no tengo prisa, más bien la tienes tú, si quieres respirar. Hasta que entren por completo mis bragas no te dejaré respirar. ¡Tú sabrás cuanto puedes aguantar! – Me dijo con un tono muy frio y serio.
    
    Transcurrieron varios segundos y ella continuaba esperando a que abriese más la boca mientras yo continuaba sin respirar. No tuve más remedio que esforzarme y abrir la boca todo cuanto pude. Ella comenzó a empujar bruscamente con la yema de sus guantes gruesos sus bragas hasta que entraron por completo dentro de mi boca, quedando está completamente rellena e inflada. Transcurrieron varios segundos más y por fin me libero la nariz. Respiré exhausto, llevaba tiempo sin respirar, había sido bastante agónico. Agarró el extremo de la cinta americana gris y la pegó sobre la comisura de mis labios. Acto seguido comenzó a enrollarme la boca y cabeza con ella, haciéndola girar sobre mi boca y la parte posterior de mi cabeza. Dio una vuelta, dos vueltas… tres… No escatimó y gastó medio rollo para asegurase que no pudiese escupir mi mordaza y quedase bien apretada.
    
    -¡¡Ahora eres mío!! -. Te dejé bien claro en el último punto del contrato que no me detendría hasta que transcurriese el tiempo fijado. Ahora puedo castigarte como me plazca, te aseguro que los castigos serán muy dolorosos. Me da igual si lloras¡ voy a disfrutar mucho castigándote y te aviso que cada castigo será más duro que el anterior. ¡Te voy a enseñar lo que es el infierno estúpido -Me recriminó duramente. Estaba completamente atemorizado y nervioso. El secuestro internamiento estaba a punto de comenzar de verdad.
    
    La señora se dirigió de nuevo hacia su armario. Todo objeto de castigo lo guardaba en aquel armario. Aprendí que cada vez que se dirigiese al armario vendría con un nuevo objeto entre sus manos. Agarró algo de su interior y se colocó frente a mí. Levante la mirada hacia arriba desde el suelo para poder observar a mi captora y comprobé como ...
«12...456...14»