Las hermanas de mi ex --la pequeña iii- - Relatos Eróticos

Las hermanas de mi ex --la pequeña iii-

... que quería mamadas excepcionales, a partir de mañana no tendré compasión, así que tú verás. Pero esto no puede seguir así.

Cogí, del garaje una manta de campo, bastante áspera y se la di.

Yo- Media para el suelo y la otra media para arroparte.

Subimos a la habitación, la indique un rincón y la ordene que se quitase las pinzas de los pezones. Luego nos fuimos a dormir. La tía no aprendía, estuve dándole vueltas a cómo podría disfrutar un poco más de ella, a la vez que la humillaba y la castigaba. Recordé una conversación de Sandra, dándole algunas vueltas, lo hablaría con ella. Me quedé dormido.

Por la mañana, no había modificado la alarma, así que no tenía tiempo para casi nada, desperté a la zorra y a la ducha, la puse de rodillas y la avisé.

Yo- Bien, zorra, ya sabes cómo va. Si tengo que parar, aunque pierda el día de trabajo, te enterarás.

La puse de rodillas y abrió su boca, saqué mi polla y la solté un buen chorro de pis, que se tragó con bastante mala cara. Luego la mandé a preparar el desayuno mientras me duchaba, cuando baje estaba todo listo, cogí la rama de olivo y la ordene que se agachara un poco, la di 10 buenos fustazos en las tetas, luego la ordene agacharse y separar sus cachetes la di otros 10 fustazos en la raja del culo y en el coño, bastante más fuertes que la noche anterior, mientras desayunaba la ordene vestirse cuando bajo nos fuimos a trabajar, pero en bus.

Yo- Espero que está tarde te portes muchísimo mejor que ayer, porque supongo que cuando miraste lo del contrato, verías que hay un mercado de esclavas y si hoy no noto un cambio del "mil por cien", mañana te pongo a la venta y si en una semana no tengo ofertas, te regalo.

Cuando llegamos al destino, se la veía bastante preocupada, pero así son las cosas.

Ya en el trabajo, Sandra llegó a las 10'30, diciendo que había mucha gente en el banco, cosa normal, me dio los extractos y se los pase al compañero que tenía que revisarlos, luego la pedí un café, que me trajo al momento y la dije que nos iríamos juntos a desayunar, que tenía que hablar con ella.

A las 11 nos bajamos a desayunar, fuimos a la mesa discreta, pedimos los desayunos y cuando nos los sirvieron comenté con Sandra.

Yo- No te preocupes que no pasa nada. Simplemente te escuché un día que hablabas con una sumisa tuya, o una esclava, no sé muy bien, pero tú la ordenabas cosas y creo que ella obedecía. Tengo un problema con la chica con la que estuve el puente y si estoy en lo cierto y tienes el roll de ama, me gustaría compartirla contigo.

Sandra- Joder como has podido escucharme, siempre tengo mucho cuidado. Pero si tengo ese roll, y puedo echarte una mano si quieres, después de todo lo que estás haciendo por mí, no puedo negarme. Creí que querías acostarte conmigo.

Yo- Que conste que no me importaría, pero ya sabes, donde tengas la olla...

Nos reímos y me preguntó

Sandra- Que problema tienes, si ya conocías a la chica y habías estado con ella.

Yo- La verdad es que ...