Las hermanas de mi ex --la pequeña iii- - Relatos Eróticos

Las hermanas de mi ex --la pequeña iii-

... te ordene preparar la cena. Mejor ven un momento que te pongo unas pinzas en los pezones y en esa lengua mentirosa que tienes.

Se acercó y le puse dos pinzas en cada pezón y tres en la lengua, mandándola al rincón y ordenándola que no estuviese quieta, que se balancea se suavemente de izda. a dcha. Estuve un rato viendo la tele, mirando torturas de tetas y coños en el móvil y a las 21'00, la ordene preparar la cena, trajo cena para dos, la muy imbécil.

Yo- Hoy no cenas, pedazo de puta, cuando hagas unas mamadas en condiciones podrás cenar, luego te daré otra oportunidad, pero que conste que no te la mereces.

Se quedó esperando, con las manos en la espalda. Como parecía aburrida, la ordene masturbarse y retorcer sus pezones, pero sin correrse. Así que hay estaba, la muy puta, dándose dedillo en su coño y rozando su clítoris, en pocos minutos se la empezó a notar el calentón, la deje un par de minutos más y la dije

Yo- Para, puta.

Se detuvo y quedó despatarrada y jadeando. Cuando terminé de cenar, estuve viendo un rato la tele.

Yo- Bien, zorra. Vamos a empezar tu primera noche como puta. Recoge la mesa, rapidito (lo hizo en un santiamén), toma el lubricante y chúpamela un rato, que voy a darte por el culo, luego, además de limpiarla, me harás una mamada de la que dependerá, donde y como duermes y tu castigo mañanero. No te digo más

Se arrodilló y comenzó a lamerme los huevos, la polla y a chupármela empezando una mamada, que, en principio, no estuvo mal, luego puso su cara en el sofá y separo sus cachetes del culo. Cogí el retallo de la tarde y colocándome tras ella, la metí toda la polla de golpe, al tercer o cuarto apretón ya estaba gimiendo, la di una buena tanda de azotes en el culo, que creo que la calentaron más, todavía, luego con el retallo, fui dándole unos buenos fustazos en sus tetas, con auténticas ganas, estaba dándole una buena tunda cuando me corrí, fue un orgasmo intenso, con un buen corridon en su culo

Yo- No quiero que desperdicies ni una gota de lefa, mientras me limpias la polla, recoge todo lo que se salga de tu culo y tragatelo, luego mete tus dedos y los vas chupando. Si veo una gota en el suelo o en tus muslos de puta, mañana te costará trabajo sentarte.

Y cogiéndola de los pelos la metí mi polla, ya morcillona en su boca, la chupo bien y rápido, luego lamió y relamió huevos, escroto y otra vez la polla, chupeteando de vez en cuando sus dedos, tardaría como diez minutos, después empezó una mamada, que en principio no estuvo mal, ya veríamos como acababa.

A los 20 minutos, ya empezaba a flojear, la solté dos buenos fustazos en el culo y otros dos en la espalda, eso la reanimó un poco.

Yo- Supongo que sabrás que tengo que descansar y que no puedes estar así toda la noche.

Se aplicó con más ahínco y en 10 minutos me estaba corriendo en su garganta. La mamada no había estado mal, pero sabía hacerlo mejor

Yo- Esta noche dormirás en el suelo, por perra, te daré una manta. Te dije esta tarde ...