El verano está para quemarse - Relatos Eróticos

El verano está para quemarse

... Alberto, a ver qué hacemos tú y yo ahora jejeje - dijo Álvaro al llegar.

Hola, Álvaro, pues hablemos, no?

Claro, cómo estás? todo bien?

Sí, bien, disfrutando de lo bien que se lo pasa mi mujer.

Es muy divertida, la verdad, lo tenía todo organizado.

No lo dudes, pero bueno, somos todos adultos. Eso sí, no sabes lo que se te viene encima Álvaro.

Y eso?

Nada, nada, ya lo comprobarás, mi única incógnita es Lucía, la veo como yo, menos lanzada, quizás en algún momento no se sienta bien.

Bueno, tranquilo, en ese caso nos lo hará saber y pararemos todos - le contestó Álvaro.

— Habitación de invitados

Hola preciosa - dijo Rocío nada más entrar en la habitación y encontrarse con su acompañante.

Hola… - le contestó Lucía con alegría en sus grandes ojos.

Espero que estés agusto, solo quiero verte disfrutar

Sí, tranquila, estoy muy agusto y lo estoy pasando muy bien con vosotros… te gusta mucho Álvaro, verdad? - le preguntó Lucía cogiendo esta vez ellas las manos de su amiga.

Sí, no te voy a engañar, tu marido es súper atractivo y parece muy activo, me atrae mucho, lo siento. - le explicó Rocío bajando la mirada con falsa apariencia de vergüenza.

Tranquila, si te gusta lo mismo que a mí, te entiendo perfectamente. Solo te pido que vayamos despacio, a ver qué ocurre.

Por supuesto cariño, solo es divertirnos hasta que todos queramos. Pero una cosa, tú también me gustas mucho.. - y le plantó un nuevo beso en los labios, recorriéndolos por primera vez con la punta de su lengua para mezclar el sabor de su marido con el carmín de Lucía. - y a Alberto también le gustas mucho, aunque no lo aparente, pero te lo digo yo, mucho, mucho.

Sí, se lo noto, a mí también me parece un hombre muy atractivo.

Y esas fueron las últimas palabras hasta apurar el tiempo con nuevos besos en los labios, las mejillas, primeras caricias por sus brazos.

— En el salón

Alberto volvía tranquilo. Álvaro alegre. Rocío y Lucía con las primeras muestras de desgaste en su carmín.

Nuevas reglas! Pasamos a cinco minutos y al salir cada uno de su habitación tendrá que volver con una prenda menos.

Todos se rieron cómplices y aceptaron sin más comentario, sacaron sus nuevos números y de nuevo, ellos fueron los primeros.

— Habitación 1

Álvaro ya estaba en la puerta esperando su sorpresa cuando apareció su mujer, se lanzaron a un nuevo beso, más pausado, tenían más tiempo, acariciando sus cuerpos. Solo un minuto después entró Rocío, por primera vez estaban los tres. Cesaron su beso, la miraron acercarse en silencio con su mirada clavada en el beso.

No paréis por favor, besaros, besaros mucho… - dijo Rocío al llegar hasta ellos.

Y comenzaron a besarse con pasión delante de su anfitriona mientras ella comenzó a deslizar ambas manos por sus espaldas, llegando a sus nucas para volver a bajar y acariciar las nalgas de los dos. En ese momento, Lucía notó el tacto de otras manos en su culo, y dejó de besar a su marido para traspasar ...