1. El verano está para quemarse


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Intercambios Autor: Alvaro79, Fuente: TodoRelatos

    El verano está para quemarse
    
    Hola. Perdonar que os interrumpa, no quiero molestar, pero es que llevo unos minutos diciéndole a mi marido que estoy segura de conoceros pero no consigo recordar de qué, puede ser? puede que nos hayamos visto antes?
    
    Fueron las primeras palabras de Rocío llegando por la espalda de Lucía y colocándose junto al borde de la mesa de madera en una prudente posición.
    
    Álvaro sí la había visto llegar, estaba sentado de frente en la dirección visual de la mesa de aquella pareja, y también se había dado cuenta de que les miraban hacía unos minutos, pero no le había dado más importancia, su mente estaba demasiado relajada en aquel chill-out de playa, con la terraza sobre unas tablas en la arena, viendo las olas llegar a la orilla, el sol cayendo, la música sonando suave y compartiendo conversación con su mujer, Lucía, quien inevitablemente le cautivaba con sus labios pintados y su piel brillante y oscura por los rayos del verano.
    
    Lucía se giró por la sorpresa y se quedó mirando a la recién llegada intentando articular alguna respuesta.
    
    Hola. Pues no sé, ahora que lo dices… - y miró a su marido Álvaro buscando más información.
    
    Sois de aquí de la zona? - preguntó Rocío todavía en pie.
    
    No, estamos de vacaciones - contestó Álvaro.
    
    Pero habéis venido más veces por aquí?
    
    Sí, llevamos varios años viniendo - apuntó Lucía.
    
    Finalmente, intercambiando algunos datos más, se hizo la luz.
    
    Claro! La pareja de Alicante que tenía un niño, es verdad, no estoy loca jejeje. Nos conocimos hace algunos veranos en Cala Forn, porque nuestros niños se pusieron a jugar juntos, y hasta llegamos a comer todos en el chiringuito de la playa. Os acordáis? - Preguntó sin ocultar su alegría.
    
    Es verdad! Sí, cariño, la pareja que tenía dos niños y vivían cerca de aquí, verdad? - Dijo Lucía buscando a su vez con la mirada la confirmación de Rocío.
    
    Eso es, que somos de Castellón pero vivimos aquí hace años porque somos profesores.
    
    Una vez resuelto el misterio, comenzaron a intercambiar las típicas preguntas de rigor para actualizar rápidamente la situación de sus vidas. Aquella jornada de cala hace unos años había sido de lo más agradable para los cuatro, comenzando por la afinidad de los niños que tan fácilmente encuentran a esas edades y terminando en una larga jornada divertida, amena e interesante entre cuatro adultos que compartían conversación al mismo nivel.
    
    Os queréis venir a la mesa con nosotros? - preguntó Rocío.
    
    Lucía y Álvaro se miraron y se entendieron ambos con un mismo gesto levantando su hombro y aceptando aquella invitación. Tras los saludos de rigor con Alberto, el marido de Rocío, y las risas propias de confirmar una coincidencia tan remota, se sentaron de nuevo en la mesa y pidieron otra ronda de la bebida que cada uno de ellos estaba degustando. Las olas que seguían llegando a la orilla, el sol que cada vez era más tenue, las luces encendidas del chill-out, todo acompañaba en una tarde de verano ...
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