El verano está para quemarse - Relatos Eróticos

El verano está para quemarse

... chalet y se acomodaron en un amplio sofá de cuatro plazas frente a la televisión, no sin antes preparar Alberto uno de sus cócteles favoritos que sabía que gustaría a todos. Eligieron el último capítulo de la primera temporada de la serie y lo disfrutaron de una manera especial juntos, comentando cada escena, la increíble y desesperante belleza de la protagonista, el morbo que despertaban igualmente algunos de los secundarios, los looks de infarto que presentaban en algunas escenas, el morbazo que se desprendía cuando algunos de ellos se acercaban. Ellos, por su parte, iban estando inquietos, Rocío y Álvaro iban cambiando mucho de posición. Alberto y Lucía aparentaban estar más tranquilos, pero a todos se les notaba el azoramiento por algún lugar. Lucía y Rocío buscaban posiciones de sus vestidos que les dieran algo de aire para bajar la temperatura. Mientras que Álvaro y Alberto habían intentado estirar en más de una ocasión sus piernas para dar algo de alivio a las erecciones que iban teniendo y que no hacían nada por ocultar. Incluso Álvaro llegó un par de veces a tocársela para relajarla un poco con la presión de su mano, algo que no pasó inadvertido para ninguna de las dos mujeres que se miraban con complicidad.

El capítulo terminó y durante unos minutos continuaron comentando las muchas sensaciones que les deparaba a cada uno, todas buenas, todas sugerentes, todas excitantes, cada uno a su manera.

Os propongo algo! - Dijo Rocío de repente levantando lo suficiente la voz para que todos entendieran que quería su atención. Se hizo el silencio y la escucharon. - Qué os parece si hacemos nuestro propio juego de las llaves.

Su marido e invitados se miraron entre sí con cara de extrañeza. Por muchos motivos no se podía hacer el juego de la serie, empezando porque solo eran cuatro personas, pero sin duda, la mirada de Rocío brillaba, sabía lo que estaba diciendo, lo tenía pensado al milímetro.

Cuéntanos, en qué estás pensando? - Preguntó Álvaro representando a todos.

Pues a ver… - y no pudo evitar esbozar una sonrisa pícara en sus labios - El juego de la serie no lo podemos hacer, pero podemos jugar a uno a nuestra medida, algo así como la versión exprés. La idea es que numeremos las dos habitaciones, la nuestra será la 1, la de invitados la 2. Sacamos de un bol cada uno un número, habrá tres papeletas de cada número, de forma que puedan coincidir dos o tres personas en la misma habitación a la vez. Y tenemos que irnos a las habitaciones que nos toquen durante un tiempo determinado, que irá aumentando poco a poco. Cada uno que se organice como quiera para contar el tiempo, pero si cuando pase alguien no ha salido de la habitación, los demás podrán ir a buscarlo para saber lo que está haciendo… os animáis?

Una pregunta - dijo Alberto después de analizar las reglas - si tres personas tienen el mismo número, una persona se queda sola?

Sí, y se va sola a la habitación que le toque, seguro que sabrá qué hacer durante ese tiempo - ...