Mi hermanita me las conseguía 8 Final - Relatos Eróticos

Mi hermanita me las conseguía 8 Final

... estropicio de sangre y jugos en mi polla y parte de mis muslos. La cabrona empezó a empalmar en cuanto recordé lo sucedido, pero la ignoré y me puse el agua más fría mientras me duchaba.

Picaron a la puerta, y grite que estaba ocupado, pero se abrió y mi polla reía al ver a Rossana asomarse tras la cortina y abrir los ojos al verme con el empalme.

-Estas aquí ¿Dónde has dormido, capullo? Tu hermana esta con Ana. Esta chica si se lleva buenos regalos de Barcelona ¡jajaja!.- me dijo desnudándose en un momento, y entrando en la ducha contenta.

Se aparto en cuanto noto el agua fría, con mi polla en su mano, y mirándome sonriente al saber porque estaba tan fría. Pero me negó con la cabeza y la puso más caliente, colándola entre sus piernas y pegándose mucho a mi dándome muchos besos seguidos y empezando a frotarse la polla con un bailecito que me encanta.

Estuvimos así un rato, nos acariciábamos entre besos apasionados. Finalmente arqueo más la pelvis y mi polla dio con su coñito, con ella soltando un pequeño gemido y alzando los brazos para que la cogiera.

-¡Aaaaah! Venga ¡Mmmmh! a hacer la gimnasia ¡Mmmmh!.- me dijo en cuanto la levante un poco y me atrapo con sus piernas, notando como le iba entrando lentamente, mientras nos seguíamos besando.

La apoye en la pared, y se agarró a mis brazos separándome para echarse un poco atrás y que le devorase los pechos. La hacia botar en mi polla, y gemíamos sin vergüenza. No nos importaba si les parecía bien o no, solo disfrutábamos de nuestro buen sexo, ahora botando ella a su gusto, agarrada a mi cabeza.

-¡Mmmh! ¡Mmmh! ¡Oooh! ¡Oooooh! .- gemía mi futura mujer, parando en seco y empezando a correrse con toda mi polla dentro, estrujándomela para echarla. Pero me besaba entre espasmos, y me la apretaba con cara de rabia.

-Llénamelo, que me encanta notar como sale al rato.- me dijo después de correrse, haciendo círculos con sus caderas y mi polla en su coñito ahora sensible.

-Que vicio tienes cabrona.- le dije levantándola, con ella cogiéndola para colocársela en su culo.

Me asentía e iba bajando y metiéndosela, otra vez con sus círculos con las caderas, pero mordiéndome un hombro. Notaba como la dejaba bajar ansioso al tenerla apunto para descargar agusto. Y me lamio el mordisco en cuanto empecé a follarla cada vez más rápido.

-¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aah! si, lléname, mi amor ¡Aaj! ¡Mmmh! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah te amo, te amo, te amo ¡Mmmmh! ¡Aaaaah! ¡Aaaaah!.- se volvió a correr en cuanto le empecé a llenar las entrañas de leche, gozando los dos y besándonos follando lentamente bajo el agua de la ducha, que amortiguaba algo nuestros gemidos.

Estuvimos un rato así, con su nueva danza circular, entre besos y mordiscos. Mis brazos ya echaban chispas, y al sacársela la baje y nos seguimos acariciando y besando.

Hasta que picaron a la puerta, las dos jovencitas que se hacían pis a la vez. Reímos y les dijimos que pasaran. Nos pusimos a enjabonarnos tapados por la cortina, y todos reíamos del ...