Mi hermanita me las conseguía 8 Final - Relatos Eróticos

Mi hermanita me las conseguía 8 Final

... acariciándonos y arañando de vez en cuando. Mi hermanita me necesitaba, sobre todo para saber, que aún era en parte suyo también.

Al rato, con la polla ya morcillona, le dije al oído:

Mucha casa, pero no hay un sitio donde escaparse. Tengo unas ganas de pillarte…¡Buff!.- y me miro confirmándolo y levantándose para no calentarnos más. Me araño la espalda y volvió a bailar con las demás.

Mire la ventana de Ana y se me encendió la bombilla. Tenía un picadero delante, con chica incluida, y no me había dado cuenta. Empecé a reír al imaginar la cara de la joven Ana al verme aparecer otra vez, pero con compañía, que nunca hubiera imaginado.

Poco a poco se fue retirando la gente, las chicas chisposas se fueron agarradas unas a otras a la cama. Menos mi hermanita, que les siguió el juego acompañándoles a la cama. Ya más anochecido, me fumaba un cigarro en el sitio habitual, y apareció sonriente, pero sin conocer mi plan.

-¿Aquí? No tío, aquí no.- me pregunto ya abrazada a mí en un costado.

Le mire, levante la cabeza y le señale el piso superior. Aguanto una risa nerviosa, y me pregunto:

-¿Quién duerme ahí? Estás loco ¡Jijiji!

-Ya lo veras, ¡vamos!.- le dije soltando su culo y subiendo al muro que facilitaba muchísimo llegar a la ventana, pero había que estar fuerte, y mi hermanita lo estaba de sobras.

Ana volvió a despertarse al notar mi sombra, pero esta vez se levantó rápida y me paro en el alfeizar, diciéndome en voz baja:

-¡No, no! Rossana me mata. Una vez sí, pero ya no puedo.- pero le hice callar con un gesto de mi dedo en su boca, y se apartó para dejarme entrar sin pensárselo mucho. Ya lo arreglaría con su prima, pensó la jovencita con su coñito mojándose por momentos.

Tape a mi hermanita al entrar tras de mí, mientras besaba a Ana y le hacía quitarse la ropa, con ella quitándome la mía. Me aparte y abrió los ojos al verla ya dentro, y decirle mi hermanita:

-Pero si eres tú, que sorpresa.- le dijo Ellen admirando su cuerpo desnudo y quitándose ella la ropa.

Ana estaba en shoc, sabía que era mi hermana y no entendía que hacía con nosotros. Pero en cuanto me senté en la cama y la senté en una de mis piernas mordiéndole el cuello para bajar a sus pechos. Le importo un bledo lo nuestro y se empezó a calentar al saber que iba a tener su primer trio.

-Es una jovencita curiosa, suerte que he caído en que aquí teníamos un picadero.- le dije a mi hermanita, que empezó a reír comiéndome el cuello, mientras me pajeaba y le devoraba las tetas de piedra.

La joven Ana en cuanto noto mis dedos querer llegar desde detrás a sus agujeros, comprendió porque mi hermanita gemía. Echo el culo más atrás y me recibió resoplándome en un pezón, mientras le entraban dos dedos en su coñito empapado.

Empezaron a dar saltitos y a gemir en silencio al mismo ritmo, mientras nos besábamos, mordíamos y lamiamos nuestros cuerpos. Pero Ellen iba muy falta de mí, y se levantó mirándome como siempre me mira antes de cabalgarme, y le dije ...