Años 70: Estudiando en Alemania 2 - Relatos Eróticos

Años 70: Estudiando en Alemania 2

... leche sobre la camiseta, mojándose entera, pegándosele la tela a su pecho, marcando los pezones ya duros y de punta. Al rato dijo estar incómoda y sin pensárselo, se sacó la camiseta por la cabeza y la utilizó para secarse el pecho. Luego vio que se había mojado la braga y se la quitó también. Luego se fue a la cocina y de espaldas a nosotros se empezó a tocar el pecho. Yo estaba un poco violento. Karin me habló al oído.

- Creo que a mi madre nuestras noches de sexo la están poniendo un poco cachonda. Como la conozco bien y no me chupo un dedo, estoy seguro de que antes de que tú y yo saliéramos, tuviste un rollo con ella. Creo que habría que agradecerle, con un bonito gesto, que nos deje quedarnos aquí a dormir y no me refiero a comprarle una flores. Nunca he hecho nada con ella delante, pero creo que es un buen momento.

- Estoy de acuerdo. Tu mandas.

- Acércate, la convences y te la comes entera. Yo no me estaré quieta, pero utilizaré lo que ella me deje libre- me dijo Karin.

Yo me levanté, viendo que ya tenía la tienda de campaña y me acerqué por detrás a Renate y le apoyé el pito el culo, tocándole con una mano el culo y agarrándole una teta con la otra. Ella captó rápidamente la situación, no se dio la vuelta, y me dejó seguir tocándola, metiendo un dedo entre sus piernas y tocándole la vagina, que rápidamente se empezó a mojar más. Karin, desnuda, se acercó a mí por detrás, me bajó el pantalón, se pegó a mí y me empezó a tocar el pene. Un poco después Renate se dio la vuelta y se la metió en la boca, chocando con las manos de su hija que la sostenía. Decidimos irnos a la cama.

Allí yo me tumbé boca arriba dejando a las mujeres que decidiesen qué hacer conmigo. Renate decidió que prefería primero una buena comida de coño y se puso sobre mi cara. Karin se puso sobre mi pene y tomándolo lo dirigió a su vagina y se la metió hasta el fondo. Luego empezó a pellizcar los pezones de su madre. Yo le metía la lengua en la vagina todo lo que podía, moviéndola en círculos, le succionaba el clítoris y le pasaba la lengua por todo el. Ella gemía como loca. Con a mano derecha le tocaba el clítoris a Karin y con la izquierda, mojé bien un dedo y empecé a metérselo a Renate en el culo con un buen ritmo. Luego probe a hacer lo mismo con dos y conseguí que entraran. Al cabo de un rato Renate, más necesitada, se corrió con grandes suspiros y gritos, soltando liquido como una posesa, casi ahogándome. Al verme, Karin se tensó, corriéndose como loca también.

- Quita niña, que ahora me toca a mi - le dijo Renate a su hija, subiéndose sobre mi polla, clavándosela y empezando esa fricción de su coño contra mi pubis, moviendo el pene dentro de su vagina de adelante a atrás.

Karin se puso sobre mi cara, pero mirando hacia mí y de espaldas a su madre. Así, mientras le chupaba el clítoris podía tocarle el pecho y pellizcarle los pezones, mientras que manteníamos contacto visual. Nos mirábamos con cariño y deseo. Así estuvimos aguantando hasta que ...