Años 70: Estudiando en Alemania 2 - Relatos Eróticos

Años 70: Estudiando en Alemania 2

Karin llegó en tren a Múnich cuando yo ya llevaba tres días allí instalado en una pensión. Fui a recogerla a la estación central de tren. Nos dimos un abrazo y un beso muy fuerte. Hacía casi un mes que no nos veíamos, aunque habíamos hablado por teléfono casi todos los días. Nos fuimos a la pensión y pasamos toda la tarde amándonos. Me la comí enterita, metiéndole la lengua por todas partes, acompañándolo de caricias con los dedos, por fuera y por dentro, de la vagina y el culo. Al final follamos como locos y tuvimos varios orgasmos. No salimos de la habitación ni para cenar.

Los siguientes días los pasamos haciendo excursiones por la zona de los Alpes. Alquilamos unas bicicletas y fuimos en tren hasta Garmisch Partenkirchen y subimos en teleférico hasta los tres mil metros del pico Zug (Zugspitze), para luego, ya en bicicleta, recorrer valles e ir a dormir a una pensión en Oberammergau, un pueblo muy bonito con las casas pintadas con diversos motivos, como los cuentos de los hermanos Grimm, donde pasear por la noche era una delicia, ya que tienen las casas iluminadas. Al día siguiente subimos hasta el lago Ammer (Ammersee), subiendo a tomar algunas cervezas en una abadía, llamada Kloster Andechs. Allí comimos y conocimos a otra pareja poco más mayores que nosotros, Klaus, él, y Briggitte, ella, que habían alquilado un apartamento de vacaciones, que era la buhardilla de una casa junto al lago. Estaban sentados a nuestro lado y no sé de qué forma empezamos a charlar, hablando un par de horas e hicimos buenas migas y nos propusieron que nos quedásemos a dormir en su casa, en la cama del salón y podríamos darnos un baño en el lago y hacer una barbacoa juntos para cenar.

Como estábamos un poco borrachines, aceptamos. Bajamos de la colina donde estaba la abadía con cuidado, para no matarnos con las bicicletas y las cervezas, y llegamos a su casa, junto al lago, con un embarcadero privado y rodeada de árboles. Los dueños, que vivían en la planta baja, no estaban, por lo que disponíamos de barbacoa privada en el jardín y una salida al lago sin nadie cerca. Allí empezamos a preparar la barbacoa, poniendo música disco en un radiocassette, cantando y bailando. Al rato decidimos darnos un baño mientras se terminaba de hacer el carbón. Como nosotros no llevábamos traje de baño, decidimos darnos el baño todos desnudos en el lago. Nos quitamos los cuatro la ropa junto a la barbacoa y corrimos riéndonos en pelotas hasta el embarcadero, saltando al agua entre gritos, por lo fría que estaba. Dentro del agua cada uno se acercó a su pareja y tuvimos un polvo acuático. Salimos del agua y asamos algo de carne de cerdo. En ese momento nos empezamos a fijar en la otra pareja, porque desnudos las cosas se ven de otra manera. Ellas empezaron a vacilarnos y tocarse entre ellas, rozarnos el culo con su pubis y la espalda con las tetas y nos tenían otra vez muy empalmados.

Una vez que cenamos decidimos jugar a la botella con retos, porque prendas ya no teníamos, ...