Años 70: Estudiando en Alemania 2 - Relatos Eróticos

Años 70: Estudiando en Alemania 2

... estómago. - el problema es que dije que venía aquí por otros motivos, no por nuestra relación.

- ¿Y es así o fue por mí? Yo no quiero que tengas problemas con tus padres. Si es necesario me vuelvo a Bremen.

Independientemente de que había presentado la decisión de venirme a Alemania como una decisión política o social, para que no me dijeran que estaba encoñado, lo primero que yo tendría que aclararme es si me vine por lo que expliqué, por Karin o por ambas razones, pero sin engañarme a mí mismo.

Una vez meditado, tuve que reconocer que gran parte del motivo era Karin. Si no estuviese con Karin, no sé si estaría en Alemania. Por lo tanto, había mentido en casa y por eso estaba nervioso y me habían pillado completamente.

- Karin, yo estoy aquí por ti, y porque aquí puedo tener el tipo de vida que me gusta, como, por ejemplo, lo que hicimos ayer. En mi ciudad no hubiésemos podido ni siquiera pasar la noche fuera de casa.

- Cuéntales la verdad.

No la van a aceptar, Karin. - dije, había que tomar el toro por los cuernos, como se decía en España.

Estaba claro que tenía que presentarles a Karin, y podía decirles que estaba de visita y que dormía en otro sitio, pero la mentalidad en España era que las chicas abandonaban la casa al casarse y antes de eso, tenían que llegar a casa poco antes de que den las 10, como la canción de Serrat. Cómo explicar que una chica de su edad estuviese sola durmiendo conmigo en la pensión a 800 kilómetros de su casa, aunque tuviese el permiso de sus padres. Su honradez quedaría además totalmente en entredicho. Ellos conocían la existencia de Karin, pero no el nivel de nuestra relación actual. Definitivamente me había pilado el toro.

Evidentemente no se podía negar la relación, primero porque Karin no se lo merecía y segundo porque, a la larga, si la relación continuaba, iba a ser aún más difícil explicarla. ¿Cuál era la solución entonces? Pues decir la verdad, pasase lo que pasase. Era la verdad y había que dejar de mentir.

Quedé con Karin en que hablaría primero con mis padres. Iríamos juntos al hotel, pero ella se quedaría en la cafetería hasta que yo hablase con mis padres. Luego iría a recogerla y se los presentaría.

A la hora convenida llegaron mis padres al hotel. Se instalaron en la habitación y allí les pedí que sentaran un momento, que quería comentarles algo.

- Papá, mamá, ha habido un cambio en mi situación desde que vine aquí. No quiero ocultaros la verdad. Ya me había instalado para pasar el curso y ha surgido un cambio en situación. No altera los planes de estudio ni de futuro. Karin, la chica adolescente a la que le daba clase en Bremen, con la que tuve una relación que ya habíamos dejado, al saber que estaba en Munich, y con el permiso de sus padres, vino a verme hace dos días. Hemos estado hablando y nos hemos dado cuenta de que estamos muy interesados en uno en el otro. Aun no podemos decir que estamos enamorados, porque llevamos poco tiempo, pero todo apunta que sí. Yo ...