1. Años 70: Estudiando en Alemania 2


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Galleyslave, Fuente: TodoRelatos

    ... edad de Carmencita. - dijo mi madre
    
    - Si, pero estamos en otra cultura, mamá. - dije, y añadí - En un estado islámico o en África, ya llevaría cuatro años casada y llevaría dos niños en sus brazos. En Europa se vive otro tipo de relaciones. Carmen, tiene las mismas inquietudes sexuales, porque lo hemos hablado, pero vive en un ambiente de represión. El mundo está cambiando.
    
    Nos fuimos a dar un paseo hasta el Jardin Inglés (Englischer Garden) y nos sentamos en una terraza. Allí sentados, ellos nos estuvieron preguntando y yo iba traduciendo. Preguntaron sobre sus padres, sus estudios, su religión, que pensábamos hacer, cómo íbamos a gestionarlo. En cierto modo fueron, poco a poco, digiriendo la situación. Al final de la tarde, nos fuimos a cenar al Hofbräuhaus, la famosa cervecería de siglas HB donde comenzaron los mítines de Hitler. Andábamos por la calle, nosotros abrazados y mirándonos y sonriéndonos, y ellos se dieron cuenta de que su hijo estaba feliz y decidieron hacer de tripas, corazón y aceptar la situación, aunque no estuviesen en absoluto de acuerdo.
    
    Después de cenar, los acompañamos al hotel, nos despedimos y nos fuimos a la pensión a dormir, si, juntos, y abrazados, y no follamos, sino que hicimos el amor, lentamente, saboreándolo.
    
    Al día siguiente nos fuimos de excursión. Mis padres habían alquilado un coche y los fuimos a visitar Salzburgo, Berchstengaden y el Königsee. En Salzburgo paseamos por las calles antiguas llenas de músicos callejeros tocando música clásica, subimos al Castillo, vimos el palacio Mirabell y luego cruzamos el rio y vimos la casa de Mozart.
    
    Por la tarde nos fuimos hacia Berchstengaden. Allí subimos en ascensor al Nido de Águila, la casa que le hicieron a Hitler en lo alto de la montaña y donde casi nunca fue, a pesar de la creencia popular. Su residencia real, el Berghof, estaba abajo, en una ladera frente al pueblo, rodeado de pinos y cuarteles de las SS. Toda esa parte fue demolida por los aliados al finalizar la guerra; solo quedan pinos y cimientos y, adjunto, hoy hay unas pistas de esquí, que en verano son un campo de golf. Comimos arriba en la terraza admirando las vistas al lago, la ciudad, los montes y al fondo, los Alpes.
    
    Finalmente bajamos de la montaña y pasando por la ciudad de Berchstengaden, visitamos el lago König (Königsee), navegando en barca eléctrica por él hasta la primera parada, la iglesia de San Bartolomé, con su torre con forma de cebolla, donde mi madre rezó un rato y luego, en la segunda parada subimos al siguiente lago pequeño a admirar la cascada. Volvimos casi de noche, mis padres delante y nosotros sentados detrás, con Karin apoyada en mí. Lentamente Karin se iba ganando a mis padres, por su alegría, simpatía y por el cariño con el que me trataba.
    
    Al siguiente día volvimos a ver el pueblo de Oberammergau y sus casa pintadas. Al pasar cerca del lago Ammer, miré a Karin y ella me sonrió y se mordió el labio inferior de forma picara, recordando ambos la noche de ...
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