1. Orgasmos Turbios [6]


    Fecha: 23/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: CVelarde, Fuente: TodoRelatos

    ... tuviste, Pepe, y fue muy aparatoso. Es un milagro que ahora estemos conversando.
    
    Un médico hablando de milagros. Lo que me faltaba.
    
    Traté de hacer exprimir mis sesos intentando recordar ese accidente del que el médico hablaba. Pero todo era oscuridad. Tenía esa extraña sensación de cuando sientes que te falta un pedazo de tu vida. De cuando tienes un déficit de recuerdos.
    
    «¿Un accidente? ¿Yo había tenido un accidente automovilístico?» mierda. Mi coche, ¿pérdida total? ¡Doble mierda! Moví mi cuello de un lado a otro con el propósito de desentumirme, pero sólo escuché el suave crujir de mis ligamentos.
    
    —¿Estoy parapléjico, doctor? —le pregunté un poco nervioso. Externar esas palabras me resultó más doloroso de lo que había pensado—. Hábleme al chile, por favor, doctor, ¿estoy parapléjico?, ¿o por qué todo mi cuerpo está frío y no puedo moverlo?
    
    El doctor le pidió a Eloína que escribiera ciertas anotaciones en su libreta; luego, volviéndose hasta mí me comentó, esforzándose por ser optimista:
    
    —Por fortuna las secuelas de tu accidente han ido mejorando con el tiempo. Podrás caminar, Pepe, sólo hay que tener paciencia. Ahora te sientes así porque estás atrofiado.
    
    No puedo negar que la posibilidad de que hubiera quedado parapléjico había rondado en mi cabeza, horrorizándome. Por lo menos tuve una buena noticia. Imaginarme una vida sin movimiento era tanto como estar muerto en vida, tal y como había permanecido durante los últimos días desde el puto accidente. ¿O cuánto tiempo había pasado?
    
    —Me deja más tranquilo, aunque sigo confundido. Me llama la atención que no me puedo mover. Me causa ansiedad sentirme inmóvil —le externé mi preocupación cuando quise maniobrar mis pies, sin éxito. Apenas si podía incorporar mi cabeza—. Es más, no siento mis piernas.
    
    —Es normal —respondió el pálido médico—. Pese a las fisioterapias, es natural que tengas algunas contracturas por tanto tiempo sin moverte. Las articulaciones y los músculos se recuperarán de forma gradual. Afortunadamente la señorita Esmeralda y la señorita Eloína te cuidaron durante todo este tiempo para evitar que tu cuerpo se ulcerara.
    
    —¿A qué se refiere con «tanto tiempo, doctor»? Lo ha dicho varias veces.
    
    —Un tiempo más o menos prolongado, Pepe.
    
    Todo el reconocimiento físico que me hacía con sus extraños aparatos apenas los notaba. En efecto, sentía ausencia del tacto en mi piel. Mepaniquié.
    
    —¿Muchos días, doctor?
    
    —Cinco años, señor Fernández —respondió el cabrón con la tranquilidad de quien habla del estado del tiempo—, has estado en coma cinco años.
    
    Sentí que los huevos se me salían por el culo de la impresión. Jadeé e intenté recuperar el aire que se me había ido. Si mi cuerpo hubiese estado sensible, seguramente se había estremecido de arriba abajo.
    
    —¡No mame…! —Se me fue el aire.
    
    —Cinco años, Pepe —repitió con seguridad, con un placer enorme en su gesto de informármelo que me aterrorizó. Y entonces le pidió nuevamente a Eloína que apuntara ...
«12...456...9»