1. Valentina: Segunda parte


    Fecha: 11/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Luis, Fuente: SexoSinTabues30

    ... O al menos lo intenté. Una y otra vez el momento del camión llegaba a mi mente como un relámpago, una y otra vez recordaba lo mejor que podía cada sensación. Mi perturbación mental, el calor que aún se sentía en la noche, todo aquello me tenía en vigía. Decidí aceptar por ahora esas sensaciones, aceptar lo que había pasado, al menos para poder dormir en paz, ya pensaría luego en ello. Estaba bien, al fin y al cabo, lo había disfrutado ¿no estaba bien tomar lo bueno de aquello? Sentí otra vez esa sensación de “excitación”, noté que me mojaba y que mis bragas volvían a absorber esa humedad, “mañana me daré otro baño en la mañana” pensé, antes de perder la conciencia.
    
    La mañana de hoy mi primo me despertó. Lo vi y me ruboricé, el no alcanzó a verlo por salir apresuradamente de mi habitación. ¿Me ruboricé? Al parecer seguía confundida.
    
    Ahora estaba de vuelta en el cuarto después de la ducha, viendo que todo estaba bien, pero algo… no estaba bien. ¿Seguía imaginando cosas? Tal vez. En fin, me concentraría en el presente y seguiría con la vida. Lo de ayer nunca pasó ni volvería a pasar.
    
    Finalmente llegó la tarde, sin incidentes. Mi tía había llegado algunas horas atrás, preparó la comida y me dijo que prepararíamos un bizcocho de vainilla un poco más tarde. Mi mente y mi cuerpo se habían ido calmando poco a poco a medida que el día pasaba.
    
    – ¿Todo bien ayer? – Preguntó mi tía mientras preparábamos la masa.
    
    – ¿Todo bien? – Repetí su pregunta tontamente.
    
    -Sí, si ayer todo fue bien con Luis.
    
    – ¿Con Luis? – Volví a repetir nerviosamente la pregunta, me agarró con la guardia baja y me tembló el corazón.
    
    – ¿Te trató bien? ¿Te cuidó cuando fueron a comprar las cosas?
    
    -Oh, sí tía, perfectamente. Es amable, me cuidó bien, platicamos de muchas cosas- sentí como la sangre empezaba a subir hacia mi cara, un relampagueo dibujó la escena del autobús en mi mente.
    
    – Ah vaya, qué bien. Ya sabes que tu primo es tímido y penoso y llega a ser cortante, pero es buena persona, no te sientas atacada personalmente si no es tan afectuoso y cálido como Marisol, al menos no por fuera, pero seguramente por dentro es igual, solo necesita confianza.
    
    -Si tía, no te preocupes, ayer nos la pasamos bien y hoy también, hablamos un poco menos hoy, pero también convivimos un poco menos.
    
    Terminamos de hornearlo y lo dejamos enfriar. Al poco rato merendamos un pedazo del pan y café.
    
    -Está muy bueno- Dijo Luis.
    
    Por alguna razón aquello me alegraba mucho. Hasta a mí misma me pareció exagerado que me alegrara aquello, pero lo hacía. Sonreí lo miré a los ojos y vi que me vio de vuelta mientras bebía un sorbo de café. Me puse roja por decima vez en el día y desvié la mirada.
    
    En la seguridad de la oscuridad, ya arropada, no podía alejar esos pensamientos de mi mente. Por alguna razón mi primo me causaba… cosas, creo que me gustaba, pero de una forma distinta a como me habían gustado los niños de mi escuela y los artistas a los que seguía. Quería sentir ...
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