1. Carolina, mi hija. – Segunda Parte y final.


    Fecha: 19/07/2022, Categorías: Incesto Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que la pequeña observaba los juguetes, le preguntó:
    
    —¿Mami también tiene algunos como estos? …
    
    —¡Noooo! …
    
    Respondió Carolina un poco apresuradamente, pensando que su tía le estaba sonsacando información y ella no quería revelar otro secreto.
    
    —¿Te gustaría que tía Beatriz te enseñara cómo jugar con estos juguetes? …
    
    —¿Dolerá?
    
    Preguntó mi hija, haciéndole comprender a la tía Beatriz que ella ya tenía una idea de donde y como se usaban estos juguetes.
    
    —Tal vez solo un poquito al principio, cariño … sabes que nunca te lastimaría, ¿verdad? …
    
    —Lo sé, tía … ¡Vale, probemos! …
    
    La tía colocó a la niña al borde de la cama, las nalgas en el aire, la cabeza y los hombros sobre la cama. Luego untó su dedo índice derecho y lo apoyó en su estrecho ano procediendo a penetrarla en un mete y saca para lubricar su estrecho canal anal. El esfínter de Carolina cobró vida aprisionando su dedo que se movía con cierta lentitud dentro y fuera, se expandía y contraía, luego acercó la punta delgada del dildo y empujó suavemente, girando el consolador un poco a uno y otro lado mientras se adentraba más y más penetrando el estrecho agujero de la chicuela.
    
    Mientras el consolador entraba y salía del estrecho culito de Carolina, esta se aferró con fuerzas a las sábanas y comenzó a emitir unos vagidos junto a gemidos.
    
    —¿Te duele, bebé? …
    
    —¡A-há! … pero solo un poquito, tía …
    
    —¿Quieres más? …
    
    —¡A-há! … ¡A-há! … mételo todo, tía …
    
    El delgado dildo ya había superado el estrecho anillo anal y se adentró en el recto de la chica. Beatriz empujó firmemente, pero lento, hasta que los quince centímetros del juguete estuvieron dentro del estrecho culo de Carolina.
    
    —¡Uhmmmm! … ¡Uuhffff! …
    
    Chilló Carolina cuando sintió que sus nalgas tocaban la tibia piel de su tía, tenía todo el juguete dentro de ella. Tía Beatriz metió la mano entre sus piernas y comenzó a jugar con su clítoris. Carolina inició a mecerse atrás y adelante engullendo toda la longitud de la pija de gel en sus entrañas; gruñía y gemía al ritmo de su balanceo que horadaba su ano. De repente, la chicuela literalmente mojó los dedos de su tía mientras se derrumbaba boca abajo sobre la cama, ronroneaba como una gatita con dulces gemidos con su culito extra lleno de verga de goma. Beatriz se llevó los dedos a la boca y saboreó los dulces jugos del coño de su sobrina, esto confirmaba que una chica de seis años sí podía correrse y eyacular. La tía la volteó y se arrodilló a beber los fluidos de la niña, la cual después de unos minutos volvió a estremecerse y soltar unos chorritos débiles directamente en su boca.
    
    Beatriz miró tiernamente a su sobrina que masajeaba su pecho liso como si tuviera tetitas, era el amor de su vida, la hija que siempre había deseado que fuera suya. Amaba a esta niña más de lo que jamás había amado a ningún otro ser y, ella había tenido un montón de experiencias en su vida.
    
    Tía Beatriz se desnudó y se subió a la cama junto a su sobrina; la sostuvo ...
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