Marcia se confió - Parte I y II - Relatos Eróticos

Marcia se confió - Parte I y II

... mi compañero ocasional de casa. ¿Mi violador? Uno de ellos al menos… ¿Mi amante? ¡Noooo! El solo pensarlo me daba nuevas náuseas y los pezones se empitonaban. Que locura.

Entró y corrió hacia mí creyendo que me había caído. Se agachó a mi lado y me acarició el cabello mientras se empapaba y me dijo:

- Te entiendo.

Levanté la cara y lo miré. Nos miramos y ahora me envolvió la furia. Le di una feroz cachetada y continué golpeándolo con los puños en el pecho mientras gritaba llorando:

- ¡¿Por qué?! ¿Por qué hijo de puta? ¿Qué me hicieron? Y ya no pude decir más pues la angustia me ahogó.

Me abrazó fuerte y me abracé a él mientras lloraba desconsoladamente. El agua seguí cayendo sobre nuestros cuerpos acurrucados en la bañera. Desnudo el mío, con la ropa empapada, él.

Cuando comenzaron a menguar los sollozos, él se incorporó, cerró la llave de la ducha y me ayudó a ponerme de pie. Por un momento sentí vergüenza, estaba desnuda y enseguida una mueca de sonrisa socarrona me sobrevino mientras pensaba. – Ya me conoce íntegra.

Me secó y me prestó una bata. Luego me llevó al living y al ir a sentarme en el sofá, recordé que ese era el sofá. Ahí me entregué con voluntad propia a este hombre que recién conocía.

No pude sentarme ahí así que le pedí ir a la cocina donde tomé solo un café.

- ¿Qué hora es? – pregunté angustiada.

- Las dos de la tarde. – me respondió en automático.

- ¡Dios mío! ¿Dónde está mi celular? Mi familia debe estar preocupada. – me desesperé.

Me lo alcanzó. Tenía como 20 llamadas de mi marido, de mi madre y de mi hija mayor.

Tuve que saltearlos a todos, solo se me ocurrió llamarla a Andrea. Ella me metió en este lío, tendría que ayudarme a salir de él.

- Mar… - me contesta luego que sonó como 6 veces, con voz de dormida recién despertada. - ¿Ya te levantaste, amiga?

- ¡Estúpida! Me dejaste tirada anoche… ven a buscarme que estoy desesperada. – le ordené con principio de nuevo llanto, lo que hizo que se despertara del todo.

-¿No estás en tu casa? Oh por Dios, ¿Dónde estás?

Le pregunté la dirección al tipo, me la dio y se la pasé a Andrea. La anotó y me dijo que ya se ponía en camino.

Luego le pedí mi ropa y me encaminé rengueando al baño a vestirme. Cómo me escocía el culo, maldición.

Me vestí, peiné, adecenté dentro de lo posible y salí… me estaba esperando.

- Escúchame Marcia, te pido disculpas si te sentiste maltratada, no fue mi… nuestra intención hacerte daño, es más, parecía que lo estabas pasando bien.

- Me engañaste, maldito, te aprovechaste que estaba pasada de alcohol y abusaste de mí… pero lo peor es que trajiste a tus amigos como si yo fuera una puta… ¡HIJO DE PUTA ME ENGAÑASTE! – Rompí a llorar nuevamente.

- Yo no te obligué a nada eh… bien que disfrutaste en el sofá antes que vinieran los otros.

- Todavía no lo puedo creer como me dejé convencer tan fácil. Jamás le había sido infiel a mi esposo. No entiendo como con 2 tragos y unos besos hayas vencido mis ...