1. Marcia se confió - Parte I y II


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Migran Kus K, Fuente: TodoRelatos

    ... provocativa, ni corta ni demasiado apretada.
    
    Se casó muy joven y enseguida llegaron los hijos, uno detrás de otro. Por 15 años se dedicó solo a la familia, la casa, los hijos y un marido que con el correr de los años fue perdiendo interés en ella, no le faltaba nada, quizá sí, amor. Alguna vez me confesó sentir ciertas sospechas de que el tipo tenía otra, pues ya casi no tenían relaciones, pasaban semanas enteras sin que la toque, y ella se deprimía y buscaba consuelo en obras de bien, en que sus hijos estuvieran felices y con algún que otro amigo o amiga.
    
    Desde hacía dos años estaba trabajando y lo que le costó convencer al marido para que la deje, eso le sirvió en parte para despejar su pena y soledad.
    
    A partir de ahora contaré lo más textual posible, lo que sucedió un sábado en que una amiga la convenció, después de mucho insistir, para salir a cenar y despejarse, previo conseguir el permiso del posesivo marido que aunque no la cuidaba, tampoco le daba libertad.
    
    ***
    
    De verdad acepté de mala gana salir con mi amiga, más por no defraudarla a ella que por mí. Después de casi rogarle a mi marido que solo iría con mi amiga a cenar y tomar algo, y aceptar él de muy mala gana, nos dirigimos con ella a un restaurante, en el auto de ella.
    
    Cenamos tranquilamente y bebimos una botella completa de vino Concha y Toro que nos salió un ojo de la cara, pero para una vez que salía no me fijaría en gastos. Lo cuestionable fue que al no estar acostumbrada a beber, esas dos o tres copas de vino me afectaron en verdad. Me sentí más desinhibida y suelta, hasta bromeamos con mi amiga al observar algunos de los clientes buenos mozos del local.
    
    Yo no soy así, mi vida de casada, casi el total de mi vida entera, fui una esposa modelo, dedicada al cuidado de la casa, los niños y mi esposo, sin deslices ni alterando la rutina, cruel rutina la del matrimonio que mata las paciones.
    
    Liberada de las cadenas morales, acepté sin dudarlo cuando mi amiga me propuso ir a un local bailable. No pensé ni en mis pequeños ni mi marido, de hecho si lo hice en él, pero me auto convencí diciéndome que él no pensaba mucho en mí.
    
    Fuimos a un lugar más bien ambientado para gente mayor, más de 30, donde nomás llegar fuimos a la barra por unos tragos. Mi amiga más acostumbrada a la noche pidió dos batidos de licor, un trago bastante nuevo que estaba de moda y que yo jamás había escuchado nombrar. Para quien no lo haya probado les confieso que es riquísimo, pero adictivo. Nos tomamos tres cada una antes de alejarnos de la barra y caminando no del todo estable, al menos yo, deambulamos de aquí para allá.
    
    Algunos hombres nos cortaron el paso más de una vez para invitarnos a bailar, pero rechazamos uno tras otro, éramos importantes, no nos íbamos a dejar arrastrar por el primer señor caliente que nos quisiera llevar a una pista atestada de gente que se franeleaba y fregaba llenas de sudor traspasándoselo unos a otros.
    
    Después de un rato sin mucha actividad ...
«1234...19»