1. Marcia se confió - Parte I y II


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Migran Kus K, Fuente: TodoRelatos

    ... alcanzaba la bandeja, sin moverme, sin hacer nada, solo mi cerebro trabajaba con esfuerzo extra para poner en orden los recuerdos.
    
    Lentamente, conforme me despabilaba, lo vivido en la noche volvía a mí, lo que me provocó una inmediata nausea, comencé a hiperventilar a medida que se me revolvía más y más el estómago. Salí a toda prisa al baño, donde tuve un ataque de arcadas que me hizo transpirar.
    
    - ¿Marcia estás bien? – escuche la pregunta a través de la puerta cerrada del baño de Marcelo. Marcelo sí, así se llama… creo… si, si se llama así.
    
    No contesté, seguía teniendo arcadas aunque más esporádicas ahora.
    
    De pronto terminaron, tiré la cadena y me acerqué al lavatorio donde me vi reflejada en el espejo.
    
    Mi imagen era bastante deplorable. Desnuda, con las tetas colgando, mis tetas que no son nada pequeñas se zamarreaban cada que intentaba vomitar golpeando contra mi torso, contra el inodoro, contra mis brazos. Ahora colgaban inertes mientras me observaba.
    
    Tenía el pelo todo revuelto y apelmazado en ciertas partes. Mis ojos celestes, adornados con bolsas moradas en forma de ojeras me daban un aspecto de abatida. Tenía sustancias pegadas a mi cara y pelo, unos pegotes secos que al recordar que era semen me volvieron las arcadas.
    
    Me agarró mucho apuro por higienizarme. Afuera el sujeto volvía a preguntar por mi estado mientras golpeaba suavemente la puerta. Corrí a la ducha y mientras la regulaba le contesté:
    
    - Da-dame un minuto por favor, necesito bañarme.
    
    Me metí bajo la lluvia y con desesperación comencé a fregarme mientras me daba un ataque de angustia y ligeras lágrimas pugnaban por salir y hermanarse con el agua que caía.
    
    Sentía un gusto horrible pero no tenía cepillo. Rebuscando en el botiquín y encastrando con agua todo el baño encontré enjuague bucal con el cual hice varias gárgaras.
    
    Continué limpiando toda la suciedad, tratando que también arrastre con la mugre mental que tenía, los residuos que habían ido fijándose en mis recuerdos los últimos minutos, remordimientos que me provocaron nuevas arcadas.
    
    Había sido usada, vejada, violada, abusada, pero mi cuerpo no se quejaba. Salvo mi culo, oh sí, este sí que ardía. ¿Cuántas veces me sodomizaron? Traté de recordar y no lo logré. Solo sabía qué hace unas horas mi ano jamás había recibido visitas. Ahora el escozor me decía a las claras que las visitas fueron muchas.
    
    Por otra parte el resto de mi cuerpo lo notaba bien, sin daño, es más… lo notaba revitalizado, con energía. Pero mi cabeza iba en otra dirección.
    
    Luego recordé mi familia. ¡Por Dios! Deben estar preocupados, hace horas me fui, es de día ya. Y ahora tuve un ataque de pánico y se me escapó un llanto mientras sentía que se me cerraba el pecho, me costaba respirar y como que perdí el equilibrio y lentamente fui resbalando contra la pared para quedar sentada, en la bañera, bajo la ducha, ahora llorando escandalosamente mientras me agarraba la cabeza con ambas manos.
    
    En ese momento irrumpió ...
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