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... llenaba la boca, corte y la grite

Yo- Traga zorra!

Y empezó a tragar, yo seguí meando en su boca, si tuvo arcadas las controló bien, ya que no observé ninguna, cuando termine la ordene lavarse la boca y el pecho cuello y tripa, donde se le habían escapado chorritos de pis

Yo- Muy bien, puta. Puedes lavarte, pero con agua fría y tienes un castigo por no tragar, como mínimo 10 correazos en el culo, si me animo también en las tetas.

Su cara era un poema, malo, pero poema. Se ducho con agua fría, los pezones parecían dedos, luego se lavó la boca, volvimos a la habitación, quite el cinturón del pantalón

Yo- Apoya la cara en el colchón y separa las piernas. Más, cruza tus manos en la espalda. Más arriba

Cuando estuvo la fui soltando correazos fuerte, pero no para dejar marcas, cuando termine en el culo y sin decir nada la solté uno en el coño, y luego dos más. Una vez finalizado el castigo la di el bote de lubricante y la ordene chuparme la polla y lubricarse el culo, cuando terminó de lubricarse la tumbe en el borde de la cama, poniendo en su espalda las dos almohadas y un cojín, la ordene subir las piernas y sujetarlas con sus manos y la metí toda la polla en el culo, soltó un buen suspiro y un par de gemidos de placer cuando estruje sus tetas y mordí sus pezones, luego una follada suave y unos cachetes en la cara y las tetas para que fuera cogiendo ritmo en la follada, estrujando sus tetas me corrí. Parece que ella no, pero es un riesgo que hay que correr.

Me senté en la cama y la puse a lamer mis huevos y mi polla, cosa que hizo con mucha intención, pero aquello estaba ya muerto, no hubo nada que hacer. Quería ducharse, pero no la dejé

Yo- No, vete oliendo a mujer "mu" bien follada y si te sientas puede que dejes una marca de mi corrida o en tu vestido

Pepi- No me jodas que me vas a hacer eso, que las putas con las que trabajo se van a dar cuenta y tendré que contárselo y no me apetece,

Yo- Siempre puedes decirles que ha sido tu marido, que hoy se ha levantado contento.

Nos vestimos y bajamos a desayunar, luego nos fuimos en mi coche

Pepi- Bueno creo que no puedes quejarte vaya puentecito que hemos tenido. Supongo que si querrás que sigamos viéndonos.

Yo- Supongo que para ti será una sorpresa, pero no, no quiero que sigamos. Sigues sin gustarme físicamente, en las mamadas fallas mucho y no me refiero a lo de esta mañana, que ha sido cosa mía. Además, despiertas en mí, instintos muy primarios que sólo quieren hacer daño y no me gusta. Esta mañana está pensando clavarte 8 o 10 alfileres en tu coño y perineo y luego darte por el culo, o echarte cera derretida en la boca, tetas y coño, en fin, torturas de Torquemada. Son sensaciones que no me gustan y no quiero que volvamos a vernos. Supongo que lo entenderás.

Pepi- Si lo entiendo, pero no tiene por qué ser así, puedes controlarte y hacer cosas más normales, como las del puente.

Yo- No me jodas que te parecen normales lo que hemos hecho estos cuatro días, he ...