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... cada una y dejándoselas rojas y medio moradas en algunos sitios, con unos pezones super erectos y duros.

Tenía una buena erección, castigarle las tetas me ponía mucho. Baje pantalones y calzoncillos y dejándosela frente a la boca la espete.

Yo- Si acabas en diez minutos te perdono los 20 fustazos que faltan en tu culo y coño.

Automáticamente se la metí hasta la garganta, provocando una arcada, que controlo bien y se puso a chupar con frenesí y muchas, pero muchas ganas. A los doce minutos me estaba corriendo en se boca, mientras se tragaba toda la leche que podía. Me hice un poco el sueco con los dos minutos, porque la mamada estuvo bastante bien.

Se limpio las gotas que habían caído sobre sus tetas y por su cuello, relamiendo el dedo o dedos con los que las recogía.

Yo- Dúchate y date bien de crema hidratante, por si está tarde repetimos. Porque seguro que te ha encantado. No creo que puedas quejarte del comienzo del día de fiesta.

Pepi- La verdad es que no. Pero hubiese preferido una buena follada, que mi coño lo tienes un poco desatendido.

Yo- No te quejes, tu coño es lo que menos me gusta. Disfruto mucho más dándote una buena zurra en las tetas que, follándote, así que no te quejes. De todas formas, veré cómo te follo luego mientras disfruto de tus tetas y te voy dando una buena ensalada de hostias en esa cara de viciosa.

Subió a ducharse y cuando bajo había preparado un picoteo y unos vinitos. Estuvimos charlando sobre tonterías y luego preparamos algo de comer y nos sentamos un rato viendo la tele.

Sobre las 17'30 la ordene que subiese a por una almohada pequeña y la de la cama de matrimonio, cuando bajo, coloque las almohadas en el sillón quedando bastante apañao para fallármela disfrutando de sus tetas.

Cuando estuvo preparado la hice una seña, se acercó y quitándose la camiseta, coloque un par de gomas pequeñas en cada teta y tres medianas sujetando las dos. Luego, se arrodilló y se puso a chuparme la polla, que fue creciendo dentro de su boca. Ponía interés, pero faltaba algo en sus mamadas, no sabía qué, pero faltaba algo.

Cuando la tuve bien dura la ordené sentarse en el sillón y subiendo sus rodillas, las sujeto con sus manos, mientras que acercándome recorrí su coño con mi polla y al notar la entrada de su vagina se la metí de un solo apretón. Hasta el fondo, sin piedad. Empecé a follarla y me agarré a sus tetas, estrujándolas, arrancando un quejido de su garganta, y viendo la cara de viciosa que tenía me fui calentando cada vez más, estuve retorciendo sus pezones hasta que gritaba, dándole una buena paliza en las tetas, retorciendo y estrujándolas, luego la di un buen par de bofetadas, y metí tres dedos en su boca, intentando coger su lengua, y haciendo que babease como una posesa, repetí bofetadas, volviendo a sus tetas. Todo esto sin dejar de follarla, no me di cuenta si se corría o no, yo estaba concentrado en sus tetas y agarrado a ellas me corrí, estrujándolas en cada embestida, hasta que ...