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El viernes por la mañana, me desperté, como siempre, con una erección de la hostia, cuando la vio se le iluminaron los ojos.

Yo- No te hagas ilusiones, después de una chupadita, será para tu culo. Si hoy te portas bien, la de mañana será para tu coño.

Pepi- Gracias amo.

Y se bajó para chupar mi polla, se la metía hasta el fondo de su garganta, lo que provocaba algunas arcadas.

Chupo como 10 minutos, luego la ordene que se bajase de la cama y apoyando su cabeza en el colchón, separó sus piernas y se abrió los cachetes con las manos, luego me coloque tras ella y le metí toda la polla de golpe, sin ninguna preparación ni nada. Hasta el fondo, dio un grito ahogado contra el colchón y comencé a fallármela, como estaba muy excitado, la dije que podía masturbarse, pero no correrse, se metió un par de dedos en el coño y fui notando como se follaba y se calentaba, un poco más con cada empujón.

Estaba a punto de correrme y baje el ritmo para aguantar un poco más, por si también se corría, ella noto que la follaba más despacio y aceleró su follada con la mano, en pocos minutos me avisó de su corrida, le di un buen magreo en el culo y unos buenos azotes y nos corrimos juntos, fue una muy buena corrida y estuvimos un buen rato disfrutándola. Después me senté en el borde de la cama y antes de dejar que me la chupase para limpiarla, la agarré por las tetas y estuve un buen rato magreándoselas y mordisqueando sus pezones, luego deje que se arrodillase y estuvo limpiando mis huevos, el escroto, las ingles y por supuesto mi polla, cuando terminó la levante y con un buen par de azotes en su culo y cinco o seis en cada teta, la mandé a preparar el desayuno mientras me daba una ducha, cuando baje tenía el desayuno preparado y me esperaba de pie junto a la mesa.

Pepi- Bueno, ahora me voy a dar una ducha yo, que me hace falta.

Yo- No. Espera por si me hace falta algo y cuando termine de desayunar te daré unos buenos fustazos en el culo y las tetas, que hoy es fiesta. Jajaja.

No sé lo esperaba y pese a que su cara era de desagrado, ni protesto, ni dijo nada. Solo espero.

Cuando terminé de desayunar, cogí un cuchillo pequeño y salí al jardín, busque una buena rama entre los rosales y la encontré, cortándola y quitando las espinas y volví a entrar.

Yo- Lávala bien.

La ordene, a la vez que le entregaba la rama. Puso una cara muy seria. A los cinco minutos estaba delante de mí, entregándome la rama limpia.

Apoye su cara en el respaldo del sofá, dejando su culo en una posición óptima para darle una buena zurra.

Yo- Cruza los brazos en tu espalda y por supuesto, no quiero ni un ruido, ¿entendido?

Pepi- Si amo.

Le solté el primer fustazo cruzándole los dos cachetes del culo, dio un respingo, e hizo amago de levantarse, pero solo eso. Luego la di 9 fustazos más en el cachete izquierdo y 9 más en el derecho, después la hice arrodillarse y me dediqué a sus tetas dándola sus 20 fustazos en ...