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... terminé. Me separé de ella y la levante sin mucho miramiento, cuando estuvo de pie, la avise que le iba a dar unos azotes en las tetas, y tal cual se lo dije, comencé a zurrarla, cuando me di cuenta, estaba llorando, pare, pero no sé había quejado.

Se puso de rodillas y empezó a lamer mis huevos y mi polla para dejarla bien limpia.

Yo- Estarás contenta, ya te he follado y no creo que tengas queja.

Pepi- Bueno, el final ha sido un poco bestia, pero el resto ha estado genial, no sé cuántas veces me he corrido, algunas las he empalmado. Ha sido algo inesperado, creo que me he corrido incluso cuando retorcías mis pezones en plan salvaje.

Yo- Creo que eres masoquista, porque tengo que reconocer que delicado no he sido.

Pepi-No, pero, aun así, me ha encantado.

Yo- Bueno, pues vamos a descansar un poco y luego te daré una buena tunda en el culo y las tetas. Me encanta castigar tus tetas.

Recogió las almohadas devolviéndolas a su sitio, luego le quite las gomas de sus tetas y se puso su camiseta, mientras se las sobaba a gusto, para restablecer la circulación.

Estuvimos un rato descansando y charlando. Paso como hora y media, cuando la dije que se prepara, que teníamos que terminar la zurra que teníamos pendiente.

Pepi- No te parece mejor que te la chupe un rato y luego me follas, mientras estrujas mis tetas y las puedes dar unos cuantos cachetes.

Yo- No has tenido bastante con la follada de antes?

Pepi- Prefiero una follada a una zurra, aunque no me desagrada que me pegues, porque te veo disfrutar, creo que disfrutaremos más, si me follas y mientras disfrutas de mis tetas, que parece es lo que más te gusta.

Yo- Podemos intentarlo, pero tienes que mejorar en las mamadas, noto que falta algo, no sé muy bien que es, pero ....

Pepi- Intentare mejorar, pero creo que le pongo bastantes ganas y alguna vez me la metes muy adentro, pero no te reprochó nada.

Y quitándose la camiseta se puso de rodillas delante de mí y bajando mis pantalones estuvo un buen rato lamiendo mis huevos y a medida que me fue excitando, también mi polla. La deje hacer y la cosa no estaba mal, consiguió una buena erección, se subió de rodillas sobre mí y buscando su vagina se la metió de golpe, mientras sujetando sus tetas fue metiendo sus pezones en mi boca, de forma alterna o juntos.

Le di unos buenos azotes en el culo mientras se lo magreaba y mordía sus pezones o tetas al mismo tiempo. En un momento determinado, cogí sus tetas y comencé a estrujarlas y a darle unos buenos cachetes. Ella gozaba como una loca, creo que se corrió varias veces, pero a mí me estaba costando trabajo, ya que llevábamos un buen día de folladas y mamadas y quieras o no, ya no tengo 20 años, pero de momento aguantaba bien la erección y seguía disfrutando de su culo y sus tetas. Después de un buen rato, traté de concentrarme más en la follada, que en otras cosas y al final conseguí correrme, aunque me costó trabajo. Ella me limpio con su lengua, se puso la camiseta y ...